viernes, 19 de diciembre de 2008

Mi amigo del bosque de los pinos

Una vez mi amigo del bosque de los pinos olorosos y fragantes me dijo que la verdadera inteligencia de Dios esta en que nos permite ser parte de él y no hacernos sus adoradores para empalagarlo de insulsas alabanzas; no se trata de la bondad que nos quieren hacer creer algunos tergiversadores, me aclaro. La inteligencia de Dios, por llamarla de alguna manera, se puede llamar como La Fuerza.
Me dijo, son vuestros miedos e ilusiones los que no os dejan ver esa gran verdad y hacéis todo lo contrario; aproveche para preguntarle por que Dios había inventado la muerte si tan bondadoso es y el me respondió que lo verdadero de nosotros nunca ha nacido y nunca morirá; siempre ha estado y estará; me asevero con inmensa majestuosidad de palabra y seguridad: sois parte de Él; entonces, ¿para que preocuparse mas de la cuenta por la apariencia del cuerpo que creéis tener y ser?. Si, hay que cuidarlo con el mismo cariño que el buen jinete cuida de su caballo, a quien baña, peina, acaricia y lo alimenta con la mejor avena; esa caparazón nació un día y será tierra y polvo de estrellas; ¿vale la pena llorar por ello?; ¿vale la pena esforzarse tanto y aniquilar al prójimo?, ni vale ni no vale; cuando se entiende simplemente no se angustia uno jamás; y así, tu y la felicidad serán lo mismo para siempre.
Siguió diciéndome: lo que es mas viejo, mas rápido se descompone, muere y desaparece; no siempre es así pero esa es la propensión y ya le tocara mas tarde a los que son mas jóvenes; la danza seguirá así eternamente.
Continuo diciéndome, el velo oscuro no os deja ver lo que siempre esta, eso que no nace ni muere y ese es el miedo que vive con vosotros por no comprender todo esto que os explico; ese velo es muy conocido pero nada comprendido; me dijo además, que el velo es la ignorancia que tenemos para ver la realidad con lo cual vivimos en un mundo de sueños que parece real; y así, él siguió: cuando pensáis preocupados y cuando recordáis angustias, esta el velo delante de ti, delante de aquel y delante de todos; en realidad, delante de casi todo el mundo; el no es cruel ni bondadoso, es simplemente el iluso velo que existe con la fuerza del volcán; os hace tan ciegos que la culpa de todo se la impregnáis a todo, menos al velo; ¿Por qué?; porque lo sospecháis pero no lo comprendéis; os obliga a vivir en el mundo de la ilusión permanente; como la ilusión del oasis que guía sin rumbo a aquel que deambula por el desierto sufriente; de aquel que camina y camina soportando las brazas de la vida y jamás logra llegar a su deleite ni disfrutar de su agua fresca; ese velo es una malla opaca que no os deja ver.
Hay quienes la llaman Ella y así la llamo yo también; pero el velo es solo una cara de Ella y, así, Ella puede ser por igual, la oscura ignorancia o la infinita refulgente claridad.
Cuando Ella se sublima estalla un infinito resplandor pero no soy yo, ni eres tu, ni son ellos; es el resplandor que libra de toda comparación y lo nivela todo por igual pero, aclaremos para evitar un malentendido mayor, se diferenciar una vaca negra de una blanca y a ambas las quiero por igual y no hay distinción pero si diferenciación.

Me defraudaste y traicionaste perfida democracia

Me has defraudado ingrata democracia; desde joven siempre soñé y confié en ti pero ahora que los años se adentran en mi existencia veo que eres etérea, fugas y hermosamente virtual como los lindos espectáculos boreales. Ya no tienes vida real sino que te enquistas solo en la mente de los ingenuos e ignorantes; te has convertido en el mejor pretexto de los mas grandes explotadores y abusadores; de los amantes del poder; quedaste como una mas en el repertorio de sueños de la humanidad que nos hacen vivir fuera de la realidad; lamentablemente tengo que decirte y reconocer que estas hecha de la sombra y la materia oscura que esta escondida en lo mas profundo de todos nosotros; claro, no podía ser de otra manera, tu no eres otra cosa que las ambiciones, manipulaciones y deseos de poder y tener, de todos nosotros; sin embargo, te presentas y adornas como una hermosa y atrayente meta ideal; las masas ignorantes no son capaces de ver como te manipulan y, solo se embelesan saboreando con reconcomio los manjares del populismo y la demagogia; si, esas masa prefiere dejar de comer para saborear todo lo que tu ofreces; jamás nadie se detiene a ver tus frutos sino a contemplar hipócritas promesas que solo existen en ese futuro que nunca acaba de llegar; me has defraudado y a mi edad solo puedo decirte que eres una triste falacia de algo que pudo ser hermoso; ahora veo con claridad que las masas aunque sean cultas también son vulnerables al engaño de los zánganos manipuladores que te manosean; has quedado como la mejor invención y excusa perfecta para que unos cuantos succionen a las multitudes ciegas.
Si, no eres más que un hermoso sueño que no cuaja en el lejano mundo de la realidad; ¿sabes algo?, todos han querido perfeccionarte pero tristemente reconozco que eres imperfeccionable, simplemente porque todos somos imperfectos.
Me gustaría que fueses mejor pero claro, sin yo serlo, solo eres una ilusión.

El destino y albedrio juguetean juntos

Voy jugando con el destino y el destino va jugando conmigo; nos vamos entrelazando a través del tiempo en una danza de sorpresas, sobresaltos y encantos; logro sorprenderle a ratos y luego él me toma desprevenido e impávido sin que nada pueda hacer.
Calculo, planifico, soy metódico y logro torcerle algo de su terco y recalcitrante ser pero en un instante puedo ser revolcado por él.
El camino esta plagado de esas piedras de azar, que algunas veces logro más o menos esquivar.
Hoy soy lo causal pero mañana no lo sabré porque lo casual se interpone en mi camino lleno de obstáculos de probabilidad.
Ese camino es engañoso para muchos que creen que esta trazado y no hay nada que hacer; para aquellos que creen poderlo doblegar, también.
El destino coquetea sobre el jardín del orden y eso es verdad; las flores del orden se hacen hermosas con mi buena actitud como también la hierba mala del caos es alimentada con mis torcidos pensamientos y acciones.
El sendero tiene dirección y sentido y existe o desaparece por la lluvia del azar; nadie lo puede prever.
Hoy voy muy cómodo caminando sobre él pero de repente me siento perdido sin sendero a donde ir; el es pura ilusión y espejismo y debo hacer como el buen sabueso que sigue el rastro sin ver el camino, oliendo solo los indicios.
Vuelta de nuevo, mientras una parte la construyo con mi firme voluntad y determinación, viene una inesperada corriente de sorpresas empeñada en torcerla a su voluntad.
Veo que su voluntad y la mía no viven ni en el mismo tiempo ni lugar y por ello jamás se podrán reconciliar.
Hay de todo por estos parajes inesperados; por allá va un caminante seguro de si mismo haciendo lo que debe hacer y sigue sin importarle a donde ira. Por allá, va otro muy cerca de él pero sin que se logren ver; va empecinado en torcer el camino pero da muchos traspiés; al final, para cualquiera de ellos, no habrá premio, ni ganador ni perdedor, sino trascendencia de ver o confusión de no ver.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Dichosa tú

Dichosa tu, hermosa vaca moteada porque no eres como aquel que no es sino sus recuerdos y vivencias del pasado; y de la personalidad que presume y está orgulloso; eres fantástica porque no tienes los recuerdos esclavizantes que llevan esos infelices y yo, bamboleados como la marea lleva los troncos flotantes; dichosa tu porque no eres presa del lúgubre tiempo; te admiro mucho calmada y parsimoniosa vaca y me sorprendes porque no eres como todos nosotros que estamos hechos de recuerdos agradables y desagradables, de recuerdos de la gente que quisimos y nos quisieron y también de aquellos que odiamos y nos odiaron; casi todos te menosprecian, excepto por el regalo que nos das; cuando te veo pastando por ahí, resplandeces de paz y tranquilidad y en ese momento se que en ti no existen los momentos felices y tristes de tu niñez y adolescencia, que en mi son solo recuerdos convertidos en cenizas hirientes.
En mi y en todos nosotros, esos recuerdos son solo un leve aroma nostálgico de nuestro pasado; si, eso somos todos, un amasijo de recuerdos; tú no, dichosa vaca moteada; y me pregunto muchas veces: ¿Cómo podría ser como tú, sin ser como tú?, tener lo maravilloso de ti y lo fantástico de mi.
Por de pronto, hermosa y dulce vaca, me has enseñado que no eres un individuo y eso es verdadera sabiduría; por eso andas por ahí, pastando plácidamente sin envidiar a tus compañeras ni siendo vanidosa con ellas; no te comparas con ninguna de tus compañeras y por eso no eres un individuo; no eres un individuo como yo porque no te aterroriza la inexistencia; eres dichosa porque no sabes lo que es adular ni ser adulada y esa es una de las cualidades que más admiro de ti, que no eres como yo: un individuo, con pretensiones de ser y llegar a ser; y en eso se me está escurriendo la vida del espejismo del tiempo.
Mi conciencia no es como la tuya pero veo que tú saboreas la nada sin saberlo y yo sufro sabiendo que no soy nada. Tú eres dichosa porque no pretendes ser nada ni deseas llegar a ser nada; tu posees ese secreto pero no lo sabes; por eso, eres inocente; para ti, la comparación no existe y esa es la preciosa joya que llevas sobre tu existencia; si supieras lo que hace sufrir la pérfida comparación!; si supieras el daño que nos ha causado a nosotros y a vosotras, criaturas animales; pobre Gaia.
Si, esa comparación es la culpable de que viva para trabajar hasta la extenuación para tener y distinguirme de los demás; tu y tus amigas trabajan mucho para alimentarse pero como no sois individuos no sufrís el terrible agobio del esfuerzo; para ti el pasto es el pasto y el alimento es el alimento; para mí, es mi alimento, mío, es mío, y mis lujos gastronómicos y, no quiero que me quiten la comida que me sobra en exceso.
Aunque se que no podrás ayudarme, no sabes cuánto me gustaría saber tu opinión sobre aquellos individuos que viven en la abundancia y trabajan compulsivamente; que contrasentido; ellos no saben cómo tu sobre la vida.
La gran diferencia entre tu mundo y el mío es que en el tuyo no hay ambiciones y en el mío, si; en el tuyo no hay individuos y en el mío si los hay y además, en mi mundo hay mucha violencia porque yo soy violento y luchador; soy competidor; lo siento, que le voy a ser; vosotras vivís y convivís pastando sin la lucha de querer tener más que las demás; en mi mundo lucho y compito para dejar sin nada a los demás; lo quiero todo para mi, aunque no lo consiga. ¿Te imaginas que en mi mundo viviésemos como en el tuyo?, compartiendo armónicamente, sería fantástico pero es una utopía; nosotros somos individuos y tu, dichosas vaca moteada, no.

Te prevengo

Te prevengo a ti, masa desorganizada, ciega e ignorante; no te dejes seducir por hermosas promesas de esperanza y fe que brotan de las fauces de los verdugos que tu eliges; que facilidad tan grande tienes para dejarte hipnotizar por ellos; ya se que mis palabras te caerán como gotas de ácido limón en los ojos, solo por decirte la indigesta realidad, que es pura verdad.
Claro, ellos te fascinan porque te pintan de hermosos y atractivos colores arco iris las mentiras e hipocresías que tu eres incapaz de ver. Los apoyas porque te identificas con el grupo grande y de poder, claro, eso te da seguridad; te hace sentir grande e importante; y te hace sentir bien. No les reproches ni les guardes rencor, simplemente ponles en el lugar de la responsabilidad que deben guardar.
Recuerda, ellos te tiran huesos para que te distraigas y no molestes, cual mascota hogareña, mientras tanto ellos se comen el mejor lomito a costa tuya.
Abre los ojos y escapa de tu profundo letargo, ellos son fáciles de reconocer; son aquellos que gastan mucha energía en prometerte largos collares de ilusiones y hermosos atavíos de esperanzas; son aquellos que vociferan por defenderte y preocuparse de ti, claro esta, cada cuatro o cinco años; ¿no te das cuenta?; hablan muy bonito, lo reconozco, por eso, debes estar alerta y vigilante porque ellos son como los zopilotes que merodean muy cerca de ti, esperando el momento oportuno para carroñar.
Debes vigilar todo el tiempo y exigirles lo que te corresponde; no olvides que ellos solo son fieles con aquellos que les dan lo que resplandece como el oro; no seas ingenuo, tú solo les das tu apoyo, que vale más que el oro, de años en años.
Estas tan dormido que no te das cuenta que te arrancan tu forma de vida y mutilan tu país y tu en cambio, sales raudo y veloz prestándoles tu ayuda servil cuando te lo piden. Recuerda, ellos son arteros; sin embargo tú te crees astuto pero en realidad eres ingenuo.
No les desees el mal ni les hagas daño, solo reconócelos y arranca sus hipócritas y falsos disfraces y exígeles lo que te pertenece; después no llores y te quejes, pues tú has sido la causa de que ellos sean así.
Se que es muy duro tomar conciencia y dejar a un lado, por lo menos un rato, las cosas que te gustan; tu sabes, el programita de tele, el deportivo y bastantes cosas mas.
Ellos trabajan en equipo, en esos lugares donde se cuecen las leyes, escuchando a hurtadillas a sus verdaderos amos; ellos escuchan atentamente sus pérfidas peticiones mientras hacen ver que te prestan atención a ti. Ellos tienen el poder de la organización y tú tienes la debilidad de aquel que no presta atención, que es la esencia del ignorante.
La masa es lo más contundente que hay pero solo cuando vibra al unísono y, solo cambia cuando cambia cada quien.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Hojas vacias

La mirada se resbala sobre el papel plagado de palabras secas, como las hojas del otoño frío; embelesado y con los ojos acuosos, borbotones de sentimientos afloran de la tierra del alma angustiada.
Palabras vacías recubiertas de encanto y sabor, dan emoción y ganas de vida; ¿vida y emociones vacías?; al igual que el agua pútrida con que se riega el huerto, la marchites prospera.
Hay que reconocer la asombrosa energía que prodiga lo viejo y mustio en algunas almas adoloridas; energía que también poseen los destructivos huracanes y sismos.
Lecturas y palabras vacuas motivan al alma que agoniza dentro del cuerpo pleno de energía; es como la muerte en vida, de aquel que deambula ilusionado por el desierto plagado de espejismos.
Que lejos está el paraíso en la mente ilusa y perdida.
La nostalgia y melancolía son crueles compañeros al igual que las emociones baldías.
Lo sagrado! Lo sagrado!, palabra mágica que enciende pasiones y prende rencillas.
Muletas, apoyos y sostenes son requeridos para proseguir la vida del débil y enclenque de espíritu.
Lo feo nace de lo bello, al igual que el veneno de la colorida y hermosa serpiente.
Y la violencia nace de las emociones contaminadas y confundidas; lo hermoso no justifica el caos como tampoco las bellas palabras vacías.
Afanosos empecinados enredan las palabras con la realidad y lo vacuo con la vida y así transcurren con sus penosas existencias; la confusión y el caos se esparcen como pelusas que lleva el viento; pero lo que se lleva el viento, algún día sedimenta y germina.
Lo sagrado no esta plasmado en las hojas mustias sino en la actitud pura con que se mira, se escucha y medita.
Lo sagrado esta en un instante de vida que abandona al embarrado recuerdo nostálgico. Un instante vacío parecido al absoluto olvido.
¿Quién podría atreverse a demostrar que la palabra vacía plasmada en el papel, es más importante que la vida en paz y tranquila?

La masa indiferente

Están amasando a la masa, siempre la amasaron y la amasaran.
Ella se deja amasar fácil y dócilmente; es muy manejable y la
buena manipulación le da la forma deseada.
No se opone ni se endurece y siempre adquiere la forma que le
dan las mágicas manos que la moldean.
Ella por si misma es amorfa y no tiene personalidad; tan amorfa
que la llevan al suelo y todavía se aplana y aplasta sin resistirse.
Es tan manipulable que por si misma nada hace; no se organiza
ni es capaz de decirle a las incansables manos: ya basta!
Por eso, la masa siempre será amasada; por su conformismo y
flacidez de acción.
Las manos siempre harán con ella lo que les venga en gana;
la podrán golpear, torcer, apretar, seccionar, tirar contra el
piso y aplastarla hasta la delgadez.
Las manos hábiles saben mucho acerca de la masa y por eso se
aprovechan a perfección de ella.
Ella es muy útil y necesaria para las hábiles y diestras manos
por eso siempre será utilizada y amasada.
Lo mejor que le que puede suceder a las hábiles y manipuladoras manos
es la indiferencia de la masa.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Lucifer

Se debe organizar a la gente, hay que estudiar desde muy joven, tener disciplina; hay que especializarse y dominar la tecnología; la clave es el progreso, y si hay progreso, todo va bien y todos avanzan hacia delante; hay que tecnificarlo todo y hacerlo todo mas eficiente, debemos sacarle provecho al tiempo y de nuevo estudiar mucho para lograr al fin el mundo que tanto deseamos, el mundo que algunos lo llaman el caos; pero eso es mentira y no importa, sin ese mundo no se si puedo vivir; lo necesito apasionadamente como necesita el agua el sediento agonizante del desierto sofocante de calor.
Necesito este mundo zozobrante y peligroso porque es mi poderosa droga para desear cosas que quiero y anhelo; deseo distracción y cosas hermosas entre mis manos; amo profundamente a este caótico y desordenado mundo que me inspira al placer indescriptible de tener; y sobre todo, porque me da mi cuota de dominio sobre los demás, cuando lo logro.
¿Que seria de mi en un mundo tranquilo y en paz, sin trabajo compulsivo y poco que trajinar?; podría morir en vida y de aburrimiento agonizaría en vida perezosa y vegetal.
Hay que organizarse y disciplinarse y ser responsables con aprender y estudiar; hay que llenar la mente con mucho conocimiento; mientras mas, mejor; debemos prepararnos para lograr este mundo que tanto deseamos y nos da vida; todos debemos colaborar. Todo debe ser utilitario y todo debe hacerse con sentido de utilidad; hay que sacarle provecho al suelo, a la naturaleza a los animales y por supuesto, al hombre; extraerle de sus entrañas su trabajo. No se debe desaprovechar ni un milímetro cuadrado; todo debe ser rentable, y para ello uno debe prepararse, estudiar y competir.
El prójimo es el blanco y se le debe disparar sin compasión, a matar. ¿Quién, con sentido de honestidad, se atrevería a desmentir esta afirmación?. ¿Quién se atrevería?.
La competencia es necesaria como el alimento de cada día; sin motividad no hay energía y sin energía no hay actividad; así como del alimento y la digestión deviene el excremento, de la motividad, deseo y trabajo deviene la lucha; es natural, los procesos naturales no deben ser discutidos, solo aceptados.
Muchos odiamos a lucifer o por lo menos le tememos mucho; así me lo enseñaron desde, casi, el mismo nacer.
En realidad le tenemos un miedo visceral a su imagen y no a su presencia real y a sus acciones; es así, todos lo vivimos y todos lo adoramos; ¿acaso nuestras vidas no son lucifer en persona?; ¿acaso la competencia, la lucha y la ambición no son el propio lucifer?.
¿Sin la lucha se siente la vida y se palpa que uno esta vivo?; ¿acaso la lujuria no es eso?.
No soporto la idea de la muerte y mucho menos de la horrible inexistencia, que muy asquerosa es; cuanto te adoro querida lucha, me das vida, te lo prometo.
Con todo esto y para terminar, tengo una pequeña historia que contar: mi gran amigo el panzón me invito al campo hace un tiempo.
Que hermosura el primer día, el pasto, a lo lejos las viñas, el refrescante riachuelo, árboles en la pradera cercana y las adorables y pacientes vacas (como las quiero); el olor campestre era particularmente inolvidable, totalmente ajeno al de la ciudad; se mezclaban bien y dosificadamente los mas diversos olores: la fragancia de las flores, el olor del pasto, de las yerbas, de la humedad de la tierra y hasta la pestilencia de la bosta de vacas le daba el toque de buen gusto a todo el lugar.
La paz se apoderaba de todo, incluso de mí. Era tan relajante que paso por mi compulsiva cabeza comprar una pequeña casa campestre.
Pues si, ese día fue inolvidable, deje atrás los apuros, las angustias, la lucha cotidiana y el bullicio citadino.
El segundo día transcurrió parecido al primero, salvo que entro por mi cuerpo una sensación de desgano por todo lo que me rodeaba; me parecía que ya tenía semanas en el lugar y que extrañaba algo que no sabia que era; comenzaron a picarme chispazos de ansiedad por mi pellejo, aderezados con fuertes latigazos de aburrimiento.
El tercer día, definitivamente me sentía mal; y cuando digo mal quiero decir que la vida era asquerosa, para ser honesto; creo que entre en pánico; tanta tranquilidad me estaba haciendo daño; mi mente comenzaba a entrar en shock por la dosis tan fuerte de paz y tranquilidad que brotaba del lugar.
La ausencia de chismes y cotilleo me estaba afectando severamente.Tenia una enorme ansiedad que me daba nauseas y espasmos estomacales. Sentía, además, una inmensa nostalgia por el alboroto de la ciudad, por el deporte en la tele, por las muchedumbres y conglomeraciones, por el apuro cotidiano, por la hediondez de la gente en racimos públicos, por los repugnantes apretujones en el tren, por hacer las cosas rápido, discutir y pelearme con el vecino y sobre todo, por luchar. En fin, añoraba a lucifer, sin saberlo. Lucifer es vida.
Yo estaba amañado a competir y luchar desde que era joven y el apaciguado campo me lo negaba; lo digo, asqueroso campo que me daba una fuerte alergia a mi integridad.
Esa paz campestre me impedía sentir que estaba vivo y sobre todo que yo existía en este fiero mundo.
Hable con mi amigo y le dije que tenia una gran urgencia en ir a la ciudad por lo que debía ausentarme cuanto antes y, en su cara note claramente que él me había comprendido; desde el primer día.

Cosas simples

El es pequeño, tierno e inocente, de movimientos lentos pero bien coordinados; se me acerca como frecuentemente lo hace, con la mirada desviada y misteriosa y me pregunta algo que me turba en un instante. El juega, corre, grita y hace lo que casi todos los niños hacen.
Después del juego se me acerca como para cambiar la rutina y descansar y, me ve sentado, tranquilo y casi en babia; supongo que en ese momento le pasa por su mente los gustos que él tiene y los que yo tengo; en fin, funciona lo humano, la comparación, la lógica menuda y las preguntas infantiles, que muchas veces son mas abismales que las adultas.
¿Qué es lo que mas te gusta hacer?, -pregunta él y con eso explota su curiosidad; después de un instante de tener la mente en blanco me vino algo espontáneo, quiero decir, no calculado y comencé a responderle, aunque en parte y no del todo. Me gusta ver los árboles, las flores, los ríos, los paisajes, la gente cuando camina, los niños jugando y los pájaros cuando van de un lado a otro y últimamente, también me gusta ver lo que hacen los perros en la calle. La expresión de su cara con mi respuesta, no se si fue de desconcierto, de asombro o de frustración.
¿Qué mas podía decirle en un instante pequeño de tiempo?; quizás pude haberle dicho cosas mas interesantes pero no me arrepiento de no haberle contado lo que realmente pensaba y me gustaba. Nunca olvide aquel momento.
El tiempo fue pasando y un buen día, como encantado, se repitieron de nuevo todas aquellas instancias, como por duplicado, pero con los protagonistas cambiados en edad; yo estaba madurado en algunas arrugas y él ya era un joven adulto o un adulto joven.
La inteligencia y la razón habían dejado atrás la estela de la candidez infantil y como por acción de magia, de nuevo me pregunto: ¿Qué es lo que mas te gusta hacer?; como aquella vez, se me nublo la mente por un instante y le respondí sin meditar nada: desde hace un buen tiempo y hasta ahora me apasiona y me gusta recrearme con un extravagante y estrambótico gusto;
-¿Extravagante?, dijo él
Si, extravagante por no ser corriente y de normal ocurrencia en la gente; me apasiona observar los defectos de la gente tales como la envidia, la vanidad, la lujuria y sobre todo la ambición;
-No lo puedo creer!!, -exclamo él- me parece escabroso y hasta morboso.
Le explique que sentía una inmensa curiosidad en descubrir por que las personas aparentaban ser felices con cosas superfluas, y al mismo tiempo ser inmensamente insatisfechos y tristes de alma.
-La gente lleva su vida y sus actividades, cada quien a su gusto y estilo, me dijo.
-Te comprendo- le dije
La conversión terminaba y solo pude decirle que no entendía como algo tan sencillo como es estar en paz y feliz necesitaba de recursos infinitos y, para colmo que nunca se alcanzan ni satisfacen.
Para mi, eso es algo tremebundamente llamativo; luego él añadió que le asombraba mucho el porque yo me asombraba tanto por algo tan vano y en ese momento no supe que decirle.

Amos y mascotas disimiles

Las atracciones inician la ceremonia y se acercan como dos imanes; los olfatos se buscan y revisan mientras los rabos vibran en creccendo de la incontrolada emoción; la ansiedad desesperada hace danzar ocho almohadillas. El amo repulsivo y el amo indiferente esperan pacientemente el encuentro de la atracción. Situación incomoda para uno y para el otro asunto de diversión.
Ignorantes de sus condiciones, el mugriento con empegostado pelambre greñudo acaricia al aristocrático y sedoso pelaje mientras al mismo tiempo dos miradas se entrecruzan; una, con asco visceral desgarraba el ambiente y la otra, llena de satisfecha felicidad por tan oportuna igualación.
El remolino de olores se alterna sobrepasándose uno con otro; agria pestilencia con delicias de aromas balsámicos se intercambian crispando el olfato del alcurnioso señor; finos linos y harapos deshilachados se acercan mas que nunca en esa ocasión; instante inexplicablemente impactante.
Lo encopetado y lo andrajoso se toparon fortuitamente por unos instantes; meneando sus rabos ellos se fueron satisfechos mientras que los orgullos dispares y disimiles se alejaron disimulando la tremenda emoción del encuentro.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El dictador y sus lacayos hipnotizados

El asunto ya no es reflexionar y pensar sobre la personalidad del dictador; ellos están más que estudiados; siempre habrán por el mundo aunque sean pocos. El asunto es mas bien porque un individuo sigue con vehemencia al dictador, al tirano; y no me refiero al seguidor que saca provecho del dictador; esto es hasta comprensible por razones de egoísmo acomodaticio; me sorprende ese seguidor que no solamente no saca provecho sino que sus condiciones de vida van cada vez peor por culpa de aquel que él admira y sigue. Para colmo, los tiranos sienten una morbosa propensión a ser cínicos, hipócritas y crueles con todos aquellos que les siguen y, los seguidores, ni se dan cuenta; y si se dan cuenta, pareciera que sienten un morboso placer masoquista a ser humillados y maltratados por su líder; lo disfrutan a conciencia plena. El lema de estos fanáticos es casi seguro que sea: sin mi líder estoy muerto en vida, me dejare hacer lo que sea por él.
¿Qué les hace ser así?, ¿que tiene en su mente y en su conciencia para actuar así?; ¿acaso tienen el alma seca?; hay muchos individuos con esas cualidades y llegan a ser tantos que hacen todo un estrato social caracterizado y muy bien definido, con un peso potencial nada desechable.
Por ello es que la máxima aspiración del tirano es cultivar esta clase social que le da fuerza, apoyo y poder; claro esta, no por la valía intelectual (no es un desprecio, es una realidad) sino por el número y el grueso de la masa.
El asunto me llama mucho la atención y es todo un fenómeno de la psicología social; un fenómeno que tiene graves consecuencias en el desarrollo, progreso y bienestar de los pueblos. Lo peor y más patético de todo este asunto es que también hay muchas personas que no están de acuerdo con el tirano pero tienen que tragárselo por culpa de los sumisos e hipnotizados seguidores del dictador.
Todo lo que dice y propone el tirano es aceptado como dogma de fe por esta casta social que jamás tiene la mas mínima autoestima como para meditar por lo menos un minuto; quizás sea un asunto de carencia y capacidad.
Este fenómeno ha tomado relevancia cada vez mayor a medida que se desvirtúa y degenera la significación práctica de la democracia. La democracia ha degenerado en los últimos tiempos por causa de los intereses de poderosísimos grupos económicos y los gobernantes no han soportado el impacto corruptor con lo cual han sucumbido ante tal fuerza avasalladora.
Regresando al punto importante de la idiosincrasia de esta clase o casta social; quizás se deba a la necesidad muy grande que tienen algunas personas a tener un líder para poder llevar sus confusas vidas con comodidad y con aparente ausencia de miedo; es muy cómodo para algunos individuos ser guiados por un líder, bien sea religioso o político; la toma de decisiones es muy angustiante para muchas personas que prefieren sin vacilaciones seguir los consejos y mandatos errados y aberrados del líder que, la toma de una decisión personal aun siendo correcta. Los tiranos tienen además la increíble capacidad de torcer y destrozar cualquier principio moral y ético de los individuos; esto significa, en otras palabras, que un individuo será capaz de hacer lo que sea si el tirano se lo pide; asesinar, robar, violar; lo que sea.
La historia ha mostrado este fenómeno muchas veces y se ha manifestado hasta en clases sociales de nivel cultural aceptable. También es obvio y mas que visible que muchos de estos individuos poseen una fuerte carga de eso llamado resentimiento; esta forma de pecado capital se adquiere desde la juventud, cuando las humillaciones mezcladas con la envidia y la frustración degeneran en un odio crónico radical; cuando llega el líder que conoce estos principios y debilidades, se aprovecha de ello con sorprendentes resultados. No hay nada más poderoso y efectivo que la explotación de los sentimientos de frustración y odio. Los seguidores hipnotizados se sienten reivindicados con los mensajes lacerantes del líder, quien para colmo de hipocresía e iniquidad siempre busca a un enemigo para echar la culpa de las desgracias de estos infelices seres; un enemigo creado con magistral habilidad maquiavélica y que casi siempre es el objetos de sus viscerales envidias y frustraciones. Estos enemigos son generalmente una clase social que se esforzó, se preparo y no le tuvo miedo a la vida para progresar.
Algunos que lean esto dirán: es un asunto de oportunidades y en el medio donde viven no pueden prosperar ni escapar de el; es como si estuviesen condenados y atrapados en medio de la miseria. Como contrapartida, dirán además: para las clases sociales aventajadas es muy fácil salir adelante, estudiar, prepararse y enfrentarse al mundo para obtener mucho y con éxito.
Si, hay que reconocer que las oportunidades hacen mucho para escalar rápidamente pero también es verdad que la actitud de odio y resentimiento frente a la vida empaña la visión, las expectativas y perspectivas para enfrentarse a ella; mas aun, esa actitud aunada a la del dictador, nefasta simbiosis, les hace perder toda posibilidad de atisbar el camino correcto para mejorar sus vidas y los embarranca al peor de los fracasos, sufrimientos y desgracias. Sin embargo, aun cayendo en peores estados de calidad de vida, ellos se sienten orgullosos de pertenecer al clan del líder a quien amaran y apoyaran de manera incondicional e irrestricta, sin reclamarle ni exigirle nada, claro esta, mientras el motor del resentimiento, frustración y odio este en pleno funcionamiento.

martes, 2 de diciembre de 2008

Disgustada con la ciudad

Me moleste con el mundo, mejor dicho, con la ciudad donde vivo; soy capaz de echarle la culpa a todas las cosas que ella tiene, a sus edificios, a sus feas calles al tremebundo tráfico; no me importa si todas sus partes tienen o no la culpa. Lo siento, todo paga por ello porque es la mezcla de los recuerdos buenos y malos; de excrementos y delicados perfumes pasajeros, que tengo en mi cabeza. Si, estoy molesto y me aparto de ella como se apartan las manos de la brasa hiriente.
Ella me acorrala y acosa y ahora solo quiero verla de lejos, desde arriba, desde esta sosegada colina que emana soledad; la miro con desprecio, rencor y resentimiento.
Por allá van apresurados los lascivos ofensores, orgullosos con sus alocadas marchas.
Agresivos habitantes que deambulan en el lacerante caño de sus calles como pirañas hambrientas. Se lanzan prestos contra los más débiles utilizando las afiladas artimañas y artilugios.
La voluntad se desliza hábilmente por las calles y recónditos lugares y aunque la muchedumbre es aplastante, la soledad penetra entre sus almas angustiadas, como las sanguijuelas hambrientas hacia la sangre.
Todos van cargados dentro de si con el lodo burbujeante y fétido de sus ansiosas preocupaciones; de cada problema aflora una irascible reacción hostil o una hipócrita amabilidad que disfrazan a sus puntiagudas garras, listas para clavarlas en sus desprevenidas presas.
¿Cuánto tiempo puedo estar por aquí, apartado, en esta estimulante soledad tranquila?, no lo se, pero tarde o temprano tendré que bajar si quiero sobrevivir; el mundo esta diseñado así. Estoy condenado a no poder escapar de esa lucha sin fin que tanto los estimula a todos.
Algo me aclaro la mente, de repente, y comprendo lo que significa la fatalidad y la agonía de vivir; todo lo comprendo por ver todo desde aquí, desde lo apacible; me doy cuenta de la extraña relación que hay entre la futilidad por vivir y la languidez del alma atormentada. Me viene a la mente la imagen de las cabras. ¿Qué las impulsa a desafiar el escalofriante y mortífero abismo?.
La respuesta pasó por mi mente cual estrella fugaz repentina, dentro de mi oscuro cielo mental: lo que motiva y le da vida al espíritu son quimeras que solo soportan la levedad; y así muchos viven y pasan su estadía por el mundo, viviendo de quimeras.

El portentoso y admirado señor

Esta historia personal que os contare me impresiono mucho, dada la magnificencia del personaje en cuestión.
Lo observe detenidamente muchas veces aunque nunca le conocí personalmente.
Él era de caminar elegante, lujoso y, llamativo en el vestir; de ademanes refinados y bien calculados; su hablar era comedido y aleccionador; de hablar más bien lento, parecía que calculaba y media muy bien lo que decía; sus palabras contenían siempre un alto contenido del ingrediente moral y ético. Su comportamiento era impecable y su actitud hacia la sociedad como la del buen padre que da magníficos consejos a sus hijos. Era un verdadero dechado de virtuosismo.
La gente le admiraba y, mal que bien le seguían los pasos.
En sus discursos públicos asentaba las bases de la ponderación y la conciliación entre partes dispares; por eso, siempre le llamaban en los actos públicos de importancia donde se requería su apoyo reconciliador para provocar, la deseada unión.
Todos prestaban atención cuando hablaba pues desbordaba respeto y admiración.
Era un verdadero ídolo pero no como los ídolos deportistas sino del ídolo del buen camino a seguir.
Dentro de mi mente, todo iba en este sentido de emular el correcto vivir; pero un buen día entro dentro de mí una gran desilusión por culpa de un detalle que descubrí y por ello me hice una portentosa reflexión.
¿Cómo seria realmente él sin su coraza del comportamiento público?
Averigüe que hablaba con las oscuras fuerzas del dinero y se entendía con ellas muy bien; lo de oscuro es simplemente por lo in entendible de los arreglos, por nada mas. De las evidencias no manifiestas nace el buen inferir.
Esas fuerzas no andan con muchos rodeos ni vacilaciones; son capaces de representar cualquier papel pero con estilo de desparpajo; al final, muchos interesados le seguirán como los roedores de Hamelin.
Él se reunía con esas fuerzas con gran disimulo aunque había plena justificación, para él; el iba directo a sus intereses y hacia ver lo necesario de los acercamientos y de la buena relación por el bien de todos.
La desilusión carcomía las aporreadas fibras de mi alma pero ví la indigesta realidad, la que muchos no quisieron ver.
Con el tiempo comprendí que no debía sentir tal desilusión pues la vida es como es y lo mío era pura ilusión. No debo negar que a partir de ahí nacieron en mi poderosas reflexiones.
¿Cuál es el verdadero orden de prioridad e importancia entre Dios, los principios, la dignidad, las virtudes, las buenas costumbres y el amor por el dinero?
¿Existe el verdadero orgullo de poseer virtudes?; quizás nunca existió el orgullo en algunos porque nunca tuvieron virtudes; de seguro este detalle es el que da libertad para actuar como tal.
Cuando el gran personaje falla por flaquez todo esta perdido. ¿Perdido para quien?, me preguntaría él; yo he ganado y tu has perdido, volvería a responder él. ¿Qué podría responderle yo?.
A estas alturas creo ver con claridad cual es el orden de prioridad e importancia real; el orden fingido que mas da, si al fin y al cabo no es verdadero ni real; es una simple excusa para lograr.
Veo que el dinero es más fuerte e importante que Dios y todas las virtudes juntas. ¿Quién se atreve a dudar de esto, cuando en muchos se sostiene así?
No hay dignidad que soporte la fuerza del dinero; todo se doblega; pero, pensándolo bien corrijo: por eso no hay dignidad, para poder obrar con entera libertad y sin remordimientos que mascar.
Para los que quieran acercarse a la virtud:
El espejo no brilla por pulir sobre lo sucio sino eliminando lo sucio que sobre él esta.

lunes, 1 de diciembre de 2008

EL REBAÑO

Me encantan los rebaños de ovejas, obedientes, dóciles, apacibles, sin pintas de arrebatos anárquicos, ni el relucir aterrante y amenazador de fauces y colmillos.
Me fascina ver las escenas de cómo siguen a su pastor, todas ellas quietecillas, sin protestar ni derramar síntomas de rebeldía, que escena tan conmovedora!.
Que chocante es la altanería y la arrogancia!; no soportaría ver el desorden de una oveja con la iniciativa de salirse de su grey, causándole problemas a su paciente y consecuente pastor; la ovejas son un medio y como tal deben ser controladas por el bien del fin; por eso adoro a las ovejas tranquilas y con movimientos simétricos y armónicos. Es por ello que siento pasión por ellas, porque son lo opuesto a las odiosas y cínicas hienas que se organizan perfectamente desafiando al majestuoso rey león.
Las cabras montesas salvajes me encolerizan y me patean la paciencia; cada una de ellas quiere hacer lo suyo, por su lado y a su manera; anárquicas montesas; pareciera que tiene una fuerza interna de la aspiración y ambición animal más salvaje.
Hay que estar claros como la fuente de agua de la alta montaña; los pastores tienen plenos derechos sobre los rebaños; tienen derechos sobre la lana, la carne y la leche, y hasta sobre las pezuñas; ¿pueden acaso las hermosas plebeyas cuestionar esto tan simple?. Que dolor tan terrible seria para el pastor cualquier brote de protesta y rebeldía por parte de su rebaño. Por ello, el pastor siempre debe estar atento y alerta al mas mínimo movimiento extraño y sospechoso; siempre debe estar vigilante; distraerlas y mantenerlas ocupadas, jamás permitirles estar ociosas; entretenerlas todo el tiempo, paseándolas de un lado a otro; el entretenimiento es la mejor arma para el fin; Su fiel guardián el perro hará su trabajo de vigilancia a perfección para que ninguna de ellas desentone y cause problemas al pastor. Cuando se entretiene continua y obstinadamente al rebaño se logra la hipnotización.
Por otra parte,¿seria justo iguales derechos para la oveja, el perro y el pastor?. Pienso que el orden lógico seria primero el pastor, luego el perro guardián y finalmente el rebaño en cuestión.
Que mas cuidado pueden pedir las ovejas que permanecer en ese orden tan delicadamente impuesto y protector, por el perro y el pastor; con eso basta y sobra.
El arte de imponer el orden en los rebaños es en realidad muy simple aunque tenga infinitas maneras y estilos; el principio es desconcertar y distraer permanentemente; el pastor y el perro deben saber combinar y jugar estos dos ingredientes; deben mantener siempre al rebaño en actividad controlada y distraída. En el momento en que se dejen a su merced, una fuerza sobrenatural y desconocida hace que tomen su propio rumbo y destino natural; eso seria el fin y no se debe permitir; todo sea por la lana, la leche y la carne, y las pezuñas que legítimamente pertenecen al pastor.
Para mi, la cabra montesa salvaje sigue siendo muy chocante y repulsiva; siempre quiere ir por su lado y a su voluntad; no soporto su propensión a subir las empinadas y escarpadas cuestas y escalar todo el tiempo; permanentemente rompiendo el orden de lo predecible y, si a doblegar hablamos, son para matar. ¿Acaso se puede hacer un rebaño de cabras montesas salvajes en orden?; seria un contrasentido y una contradicción; además pienso, que en rebaño serian muy desagradecidas y no se adaptarían al orden y a la esmerada atención. No debo ser pesimista, es casi seguro que controlándoles el hambre y su loca diversión, se someterían igual que las ovejas del rebaño del pastor.