jueves, 17 de diciembre de 2009

ENTROPIA SOCIAL III

En el mundo hay fundamentalmente dos tipos de seres humanos: los ambiciosos activos y los potencialmente ambiciosos; los primeros son muy luchadores y organizados; se buscan entre ellos y se organizan para lograr un fin común que generalmente son metas de poder y dinero; generalmente son líderes y están a la cabeza de organizaciones importantes. Un grupo pequeño de estas personas decide de una u otra manera sobre el destino de la gran mayoría.
Algunos de los ambiciosos activos, cuando tienen bajo nivel de escrúpulos, moral y ética llegan a ser muy violentos; incluyendo cualquier tipo de violencia (física, accionaria, de decisiones…).
Los ambiciosos pasivos tienen o bajo nivel de ambición o la tienen contenida o reprimida; puede ser también que la suerte del destino que les ha limitado de alguna manera. Generalmente, estos, tienen muy baja propensión a organizarse para el logro de metas de poder o dinero y generalmente son dominados de una forma u otra por los ambiciosos activos.
En cualquier nación del mundo se puede observar esta distribución estadística; los muchos son la masa inerte (sin ser peyorativos) y hay unos pocos que gobiernan, lideran y deciden sobre la gran masa. El colectivo tiene otra característica: aunque sea muy activa, cada individuo actúa individualmente para sus propios intereses. Esto no quiere decir que un funcionario del estado o de de una entidad empresarial no tenga intereses privados sino que ellos tiene que demostrar ante todo que el estado y la empresa está primero.
La masa generalmente se deja llevar y conducir por el sistema que han diseñado los pocos ambiciosos activos; se limitan a trabajar mucho pero son indiferentes a las injusticias del sistema. Para esta reflexión, defino sistema como la parte motora de una sociedad a la cual una gran mayoría de individuos le siguen bien sea por miedo, indiferencia, conciencia de masas (colectivo) o por rutina de no saber (o no querer saber) que pueden existir otros sistemas que les beneficiarían enormemente.
En vista que los ambiciosos activos tienen gran capacidad y propensión para organizarse, los subsistemas sociales que ellos conforman o integran posee una entropía social bastante baja; esto significa que el nivel de información de su organización está bastante bien definida y con bajas probabilidades de estados organizativos posibles inesperados. La organización o estructura del estado dentro de un país más o menos perdura y tiene pocos cambios; lo mismo ocurre con organizaciones empresariales. Esto no debe interpretarse como si fuesen poco dinámicas o inflexibles o que no tienen cambios al paso del tiempo; se quiere decir más bien que el esquema de mando jerárquico es perdurable; hay una estructura piramidal para la realización de todas las actividades; por eso hablamos de entropía baja.
La entropía social del subsistema social colectivo o de la gran masa es mayor en comparación a la anteriormente descrita; la razón de ello es que está conformada por una inmensa cantidad de entes sociales y comerciales que no tiene relación jerárquica entre ellos; aunque existiesen infinitas organizaciones comunales, nunca estarían bien organizadas entre ellas desde el punto de vista jerárquico; al final serian absorbidos y dominados por la organización del estado.
En un momento dado el estado o una organización empresarial puede disponer de una inmensa información acerca del colectivo; pueden tener estadísticas y pueden conocer detalles sociales a través de sus niveles jerárquicos bajos.
Para el colectivo es muy difícil cambiar de sistema porque no tiene las estructuras organizativas y de relaciones jerárquicas; además, no dispone de información útil al alcance de todos en un tiempo corto.
En el subconsciente, el colectivo sabe esto y por ello mantiene una postura de resignación que solo mitiga el trabajo excesivo y la indiferencia. Quizás a todo esto se deba la estratificación y la diferenciación de clases sociales.