lunes, 4 de marzo de 2013

BENEDICTO XVI, "RENOVACIÓN" Y "REORIENTACIÓN", PARTE II


 Han ocurrido en todo el mundo dentro de la iglesia católica miles y miles de casos de abusos sexuales causados por sacerdotes; el trauma y el daño que tendrán estos seres humanos será por el resto de sus vidas; todo ocurre ante la indiferencia de los sacerdotes  normales y que no han estado involucrados en estas aberraciones; la obligación de estos sacerdotes sería la de denunciar, luchar y combatir ante la alta jerarquía todas estas depravaciones, pero ocurre lo contrario, mantienen una posición pasiva, de complicidad por omisión y de contradicción ante lo que predican en sus iglesias. Los sacerdotes que no luchan y denuncian públicamente estos abusos sexuales simplemente son cómplices. La sumisión a la jerarquía ante actos graves de los cuales ellos son testigos demuestra una calidad moral muy baja

Supongo que si Cristo estuviese vivo en estos momentos su indignación seria ciclópea y el mismo se declararía como no católico y además afirmaría que la iglesia católica no es cristiana; Cristo no aceptaría jamás a sacerdotes pederastas ni sacerdotes encubridores sean de la jerarquía que sea. Muchos creyentes viven en una esclavitud mental porque no quieren asomarse a la verdad: La verdad os hará libres, dice un proverbio.


Muchos expertos en el tema del Vaticano afirman que la Santa Sede se maneja con política muy sofisticada. Existe una aferrada idea que el Espíritu Santo va a tocar la frente para que elijan al nuevo Papa; nada más lejano a la verdad porque lo cierto es que el manejo es de influencias, manipulaciones y política; el proselitismo está permitido de manera disimulada entre los Cardenales, antes del cónclave.  

Existe mucha información referente a que Joseph Ratzinger contuvo muchas denuncias desde los años 90 del siglo pasado contra el fundador de los Legionarios de Cristo argumentando que “lamentablemente el caso de Marcial Maciel no se puede abrir porque es una persona muy querida del papa Juan Pablo II”

En documentos publicados por el New York Times muestran que la Congregación para la Doctrina de la Fe, la poderosa organización que dirigió Ratzinger durante muchos años, no reaccionó con la suficiente agilidad, fuerza y rapidez como para iniciar un juicio eclesiástico contra un sacerdote flagrantemente delictivo y depravado.

Los sucesos ocurren muchas veces como ocurre con una olla a presión: llega un momento en que tanta presión la hace explotar y por fin el asunto exploto en el año 2006 cuando sumido en una crisis como consecuencia de los escándalos de los sacerdotes pederastas y muy en especial por la secuela del caso Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, este fue obligado por el papa a dejar el ministerio sacerdotal. ¿Debía  pasar tanto tiempo para tomar esa medida?, ¿tenían que ser abusados sexualmente infinidad de niños sin que nadie hiciese nada, en especial por el máximo jerarca de la iglesia?. Cabe destacar como detalle curioso pero alarmante que el poder judicial en México hizo poco o nada en estos graves casos.

Los casos de Norberto Rivera y Nicolás Aguilar Rivera fueron espectacularmente graves (México) y relacionados con Marcial Maciel. La política que siguió el papa en aquel momentos fue la del silencio (el Vaticano ya tenía informaciones secretas desde los años 40 del siglo pasado.

En el año  2009 se hizo pública la noticia que Maciel era padre de una joven española (al parecer, tenía otros hijos). Se tuvo que esperar hasta el 2010 cuando la Legión de Cristo reconoció las acusaciones de abusos sexuales a menores y se desvinculo de su fundador.

Lo lamentable de todo esto es que Marcial Maciel fue el consentido de Juan pablo II y de Benedicto XVI durante muchos años.

Maciel acompañó a Juan Pablo II en los viajes que éste realizó a México en 1979, 1990 y 1993. Durante el pontificado de Juan Pablo II, Maciel, formo parte de varios grupos de trabajo eclesial, entre ellos, la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la formación de los candidatos al sacerdocio y seminaristas (de los cuales el abuso sexualmente).


Por cierto, el 26 de noviembre de 1994 Maciel celebró sus 50 años sacerdotales!!,  y esto fue motivo para que el papa Juan Pablo II le enviara una carta de felicitación que se hizo pública y muy conocida.

El padre de Ratzinger era policía de profesión bajo las ordenes de la oficina de seguridad del Reich dirigida por Heinrich Himmler; sin lugar a dudas era un nazi convencido. Joseph Ratzinger pasó por la juventud Hitleriana, la cual no deseaba rendir cultos al dios cristiano sino más bien al genio del mal: Hitler.

Muchos defensores del papa aducen que fue obligado a enrolarse en la juventud Hitleriana; si bien eso es cierto, también es cierto que un individuo con principios y convencimientos férreos no es fácilmente manipulable; muchos mueren por defender sus ideas y principios morales.

Todo el recuento anterior viene por lo siguiente:

Benedicto XVI declaro recientemente (Febrero 2013): “Exhorto a la Iglesia y a todos sus miembros a “renovarse” y “reorientarse hacia Dios, rechazando orgullo y egoísmo”


Personalmente creo que ese proceso de renovación y reorientación no será posible por las siguientes razones:

1-La organización de la iglesia es jerárquica y anti democrática; ningún miembro de la iglesia (hermanos, monjas, sacerdotes, obispos, arzobispos y cardenales) puede disentir ni opinar nada que este fuera de un canon totalmente dogmatico y de fe; sin embargo si se les permite opinar en asuntos que no son realmente de su incumbencia, tales como los políticos y militares; pueden criticar cualquier sistema que ellos consideren anti democrático, menos el de la iglesia católica.

2- La organización de la iglesia es infinitamente rígida y le prohíbe a sus prelados denunciar ante medios de comunicación y ante las autoridades judiciales del estado, sobre actuaciones y delitos graves de otros sacerdotes tales como abusos sexuales, violaciones etc. Por supuesto, también les está prohibido criticar y opinar sobre tales actos depravados. Esta sumisión absoluta conduce a la complicidad por omisión en actos de carácter legal y moralmente aborrecibles.

3-La reorganización y renovación es totalmente imposible desde niveles jerárquicos inferiores al del papa y está demostrado que esa máxima autoridad (la papal) no está dispuesta a hacerlo (por lo menos los últimos dos papas).

4-El papa anterior a Juan Pablo II (16 Octubre 1978 - 2 Abril 2005)  fue Juan Pablo I (26 Agosto 1978 - 28 Setiembre 1978); su reinado duro muy poco tiempo (un mes) y supuestamente murió infartado en circunstancias muy sospechosas y muchos opinan que fue asesinado por sobredosis de sustancias vasodilatadoras (investigar en internet u otra fuente). Luego siguieron en el papado: Juan Pablo II y luego el actual Benedicto XVI que está renunciando.

Este papa estaba decidido a realizar profundas reformas y reorganizaciones de la iglesia. Algunas de ellas son las siguientes:

"La Iglesia no debe tener poder ni poseer riquezas". Se debe reformar el banco vaticano y decía: "Quiero que sean los obispos y los cardenales los que decidan la reforma del banco. Es necesaria una transparencia en las cuentas del Vaticano, se debe publicar los balances completos. El presidente del IOR (Instituto para las Obras de Religión, familiarmente conocido como Banco del Vaticano), el arzobispo Paul Marcinkus, debe ser sustituido en el respeto de la dignidad de la persona. Un obispo no debe presidir ni gobernar un banco".

Y otra revolución: "Los tiempos son maduros", decía, "para que en el cónclave que elije al Papa participen todos los obispos presidentes de las conferencias episcopales".

Este ejemplar papa propuso la utilización de los preservativos para controlar la explosiva reproducción de los seres humanos contrarios a la pobreza.

 También tenía en mente: promulgar cuatro encíclicas: una sobre la unidad de la Iglesia y el diálogo con las iglesias separadas; otra sobre la mujer que se titularía “Dios quiso nacer de una mujer”; una tercera sobre la pobreza mundial y otra sobre la colegialidad de los obispos.

Le pregunto a mis estimados lectores: ¿es posible esa renovación y reorientación que propone Benedicto XVI?, en base a los razonamientos que he expuesto?

Repito lo que dije en la primera parte de este articulo: soy apostata de la iglesia católica y además agnóstica pero le deseo a la iglesia católica que realmente se reoriente y renueve.