domingo, 18 de diciembre de 2011

CAMBIOS DE PARADIGMAS MORALES

Cuando un dictador excéntrico hace y dice locuras nadie dice nada, hay silencio, no hay juicios y hay mucha permisividad y sobre todo, tolerancia; simplemente es un bicho gracioso que entretiene. No importa que dé al traste con la cultura y las buenas costumbres de su país; su voluntad se impone y todos le respetan.

Cuando cualquier gobernante loco desquiciado propone una barbaridad que pone en peligro el mundo normal que todos conocemos, enmudecen la gran mayoría de los países, nadie critica, nadie opina, nadie se levanta, nadie nada de nada.

Cuando algún sensato presidente defiende la constitución de su país frente las amenazas de algún energúmeno radical que solo quiere el desorden y el beneficio egoísta de un pequeño grupo, todas las instancias y organizaciones internacionales le dan la espalda (al sensato presidente) y le crucifican en aras de algún descabellado principio moral sacado de la caja de las insensateces; los argumentos de derechos humanos proliferan como hongos.

¿Qué está pasando en el mundo?

¿Qué tipo de virus de la hipocresía está atacando a la humanidad?

¿Estamos perdiendo sensibilidad?

No me atrae pensar en conspiraciones, por tanto hilvanaré en otra dirección.

Los dictadores antidemocráticos son admirados y aquellos que velan por la justicia, el orden y la paz tienen que hacer maravillas para no ser defenestrados.

Ejemplos tenemos a la vista y latino América es un paraíso de especímenes antidemocráticos pero respetados, venerados, reconocidos y sobre todo, con fuerza y poder internacional.

¿Qué subyace en todo este escenario?

Presidentes de países desarrollados se dirigen a dictadores de décadas en términos tales como: su excelencia, señor presidente.

Me asombra de manera muy especial algunos intelectuales de talla y prestigio internacional en el área político social que escriben en importantes periódicos de todo el mundo. He leído muchos de sus artículos y trabajos en el área de la crítica al sistema capitalista, al sistema financiero y a la connivencia de los políticos con los grupos económicos poderosos; muchos de esos trabajos son simplemente brillantes y les reconozco su valor.

Lo que no logro entender es que esos mismos intelectuales admiren gobiernos de dictadores depravados, corruptos y degenerados que están llevando a la ruina moral, social y económica a sus países; muchos de estos intelectuales viven en el primer mundo de manera muy aburguesada y sin embargo elogian y defienden muchas dictaduras llamadas socialistas (entiéndase: a favor del pueblo) disfrazadas de democracia.

Critican, por ejemplo, a los medios de comunicación que constituyen un poder (en los países de libre mercado y democráticos), sin embargo les parece admirable que esas dictaduras dominen y secuestren todos los poderes del estado incluyendo los medios de comunicación. Es imperdonable que en muchas de sus publicaciones mientan sobre estadísticas e informaciones sobre esos países que viven en dictadura.

¿Será que el tan atacado y abominable dinero les este penetrando y carcomiendo las neuronas del raciocinio equitativo y justo?

martes, 13 de diciembre de 2011

¿QUE MUEVE AL MUNDO?

Lo que mueve al mundo es el terrible sentimiento y sensación angustiante de no ser nada ni nadie; es una agobiante necesidad de decir aquí estoy yo, mírenme, admírenme, soy bueno, yo existo, yo soy diferente, yo soy el importante, aquí estoy yo y el resto allá fuera de mi, soy capaz de hacer lo que sea para ser reconocido y aplaudido; por supuesto que el miedo y el placer están embutidos dentro de ese ego que desea ser y llegar a ser, de no ser y de no llegar a ser; deseo el placer y no deseo el sufrimiento.

Todo esto es el ego que no es más que un amasijo de pensamientos divididos; por ejemplo, estoy analizando algo y mis pensamientos se dividen en dos partes: el yo que analiza y lo analizado; sin embargo, ambos son pensamientos; o por ejemplo: yo estoy pensando en filosofía; en este ejemplo, un grupo de pensamientos forma un núcleo principal que es la identificación del individuo o el yo y otro grupo de pensamientos forma otro núcleo que es pensar en filosofía; al fin y al cabo todos son pensamientos divididos en el pensador y lo pensado. Otro ejemplo, yo amo a dios; en este caso un núcleo que es el yo dice amar a dios pero este dios no son más que símbolos creados por el pensamiento; yo he creado a dios en mi mente.

Cuando comparo, los pensamientos también se dividen; el yo necesita constantemente comparar; yo soy mejor que aquel, aquel tiene más dinero que yo, yo soy menos guapa que aquella; todas las comparaciones implican el yo que compara y la cosa comparada y todos ellos son pensamientos; la comparación es pensamiento puro.

Nos llamamos individuos, que significa indivisibles pero la realidad es todo lo contrario: somos entes divididos.

El ego nos hace sentir diferentes a los demás; por arriba o por debajo, para bien o para mal; ese ego es una inmensidad de pensamientos que nos caracterizan y nos aíslan frente el entorno.

Si no tuviésemos pensamientos no podríamos compararnos, ni sentirnos conscientes de ser un individuo diferente a los demás; esto debe entenderse como: yo no soy aquel, yo soy yo.

El yo necesita tener y poseer para llegar a ser; aunque sean nimiedades; necesito comprar lo que sea, poco o mucho. Necesito diferenciarme de los demás en algunas ocasiones con algo especial pero sobre todo, debo tener lo que la gran mayoría tiene; mi yo quiere pertenecer al grupo que se considera esta al día para no ser excluida.

La sociedad de consumo va demasiado deprisa; hoy hay esto, mañana ya está obsoleto y por supuesto, debo estar al día; los fabricantes lo saben y por eso crean necesidades y se esfuerzan en la innovación. Las necesidades primarias están más que cubiertas pero las necesidades de la vanidad, envidia y ambición jamás se colman.

Estas pulsiones son las que mueven la actividad del mundo. Tanto las pulsiones de los que tienen poco como la de los que tienen mucho.

Como sabiamente dijo Mahatma Gandhi:
«En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la codicia de algunos»

Se podría decir sin temor a exagerar que la energía que mantiene la actividad del mundo es de tipo psicológico pues se trata del movimiento inquieto del ego. Vemos entonces como una energía puramente psicológica mental se transforma en energía y trabajo físico tangible.

“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

Buda

sábado, 10 de diciembre de 2011

REFLEXIONES SOBRE ECONOMÍA

Me hago las siguientes preguntas y si la lógica es consistente también lo será la respuesta a la pregunta.

En la crisis actual, que alcanza a varios países de la Comunidad Europea, quienes hacen sacrificio obligado dictado por los respectivos Estados son los colectivos sociales; dicho en otros términos, el pueblo o vulgo.

Los causantes de las crisis siempre han sido los grupos económicos poderosos y en especial los bancos y sus banqueros.

Estos últimos jamás han sido responsabilizados de manera clara, directa y contundente como causantes de las crisis; más bien, los recubre una atmosfera de impunidad.

Los políticos han asumido siempre las responsabilidades y culpas por las fechorías que otros hicieron. De manera muy escueta: el estado recolecta dinero de todo tipo (seguro social, nominas, impuestos en general y mucho mas) y lo coloca en instrumentos financieros muy variados que ofrecen los grupos financieros y banca. Estos le ofrecen al Estado intereses muy esqueléticos y famélicos por sus colocaciones. Los banqueros toman esos depósitos y los colocan en aventuras financieras de altas rentabilidades pero de muy grandes riesgos; cualquier desequilibrio produce inmediatamente una crisis. La banca y grupos financieros se auto declaran en emergencia; cunde el pánico; que si las bolsas se vienen abajo, la moneda se desploma, no hay como pagar deudas, que si viene la recesión o la estanflación; y en fin, curiosamente existe una inter relación muy intima entre las finanzas del Estado y las finanzas de los bancos.
¿Quién los va a socorrer?, adivinen!!

El estado, en nombre de sus representantes burócratas les socorrerá de manera diligente, eficaz y expedita. La fuerza grande del trabajo reside en el colectivo y estos deberán sacrificarse y esforzarse para paliar la crisis.

Para mí, hay de manera evidente y clara una simbiosis utilitaria y monetaria (yo te doy esto y tu me das de aquello). Lo más grave y necio es que el colectivo vota en las elecciones por estos burócratas verdugos.

Viene otra pregunta: quienes han diseñado y estructurado el sistema económico de los países y de la comunidad económica europea?

Si la lógica hasta aquí es coherente y congruente todo apunta a que la estructuración económica de los países y de la comunidad Europea fue diseñada por los grupos económicos poderosos con la participación de los políticos (o viceversa) y apuntando como meta a sus propios beneficios, sin importarles gran cosa las consecuencias sobre la sociedad. Esto se infiere directamente sin mucho esfuerzo haciendo una observación de esta última crisis.

¿Qué papel juega el colectivo en todo este teatro melo-dramático-económico?
Lamentablemente, poco; ¿Por qué?; simplemente porque todo el poder de la organización, información y recursos de todo tipo (incluyendo la represión) están en manos del Estado; el colectivo no posee ninguna de estas cualidades.

Cuando se presenta una crisis económica aumenta el descontento general, la incertidumbre, el malestar de toda la sociedad. Bajo esta circunstancias es posible que aparezcan aquellos depredadores que algunos llaman salvadores sociales, que al final agravan aun más la situación.

Como siempre, debemos invertir parte de nuestro tiempo, aunque sea muy poco para vigilar el desenvolvimiento de todos estos actores.

Solución final: el mejor sistema es el capitalismo y el libre mercado pero muy bien vigilados en su desempeño por parte de un colectivo que no debe ser indiferente.