viernes, 4 de septiembre de 2015

BREVE HISTORIA DE UN SER HUMANO

En el primer año de nacido es la mascota consentida y protegida por todos y por supuesto, la familia. Esto sigue así hasta la edad de 4 años cuando ya comienzan a molestar un poquito pero el cariño sigue igual.

De la edad de 4 años hasta los 10 años todo es una mezcla de cariños y amonestaciones.

Los estudios comienzan desde los 5 años hasta los 16, edad que se gradúa de bachiller.

Durante todo este tiempo todo es disfrutar de la vida y ser mantenido por sus padres.

Desde los 16 hasta los 24 años comienza la segunda etapa de estudios superiores pero la vida sigue siendo una fantasía y un disfrute total lleno de infinitas experiencias. El individuo tiene la sensación que la vida es eterna y como está lleno de energía no tiene ni idea que es la vejez.

Al final de estos estudios quizás tome otros estudios para lograr Maestrías o Doctorados y esto demora  a lo sumo algo así como tres años más con lo cual ya tendrá la edad de 27 o 28 años.

A esta edad ya debe tomar un empleo y ganarse la vida por su cuenta; la familia ya no le ayuda como cuando niño.

Como ley de la vida conoce una pareja que le gusta y se casa o vive de manera independiente, en el supuesto caso que económicamente pueda.

El sistema imperante en el país le dará empleo por ser joven y vivirá de manera más o menos tranquila y quizás holgada hasta los 45 años, edad para la cual el sistema le considerara en el límite  de las ofertas de empleo.

Si es un empleado de la burocracia del estado, el empleo llegara hasta los 50 ó 60 años fecha tope para la cual el sistema le considerara como estorbo e inutilidad como ser humano; en resumidas cuentas, el sistema considera que después de los 60 años es una carga muy grande (actualmente se ha acortado esa edad considerablemente) y no saben qué hacer con él; ni la familia, ni los amigos ni el estado (que se jacta en auto llamarse: estado de bienestar); ninguna empresa le contratara a menos que sea un genio en algo.

La conclusión a esta pequeña historia de un ser humano es la siguiente: la vida útil, provechosa y valiosa para el sistema es de apenas 60 menos 28 = 32 años ó 22 si se retira a los 50 años.

Considerando que actualmente la vida promedio esta cercana a los 80 años, el porcentaje de utilidad de un individuo (ser humano) para el sistema es del orden del: 32x100/80 = 40 % ó 22x100/80 = 27,5 % del total de la vida.

Considero que esta cifra es una aberración del supuesto ser racional llamado “humano”.

Quiere decir que el valor que tenemos en el sistema es de apenas un 27,5 ó de un 40 %, cuando deberíamos valer cercanos al 100 %

En resumen: para el sistema somos un desecho, una carga innecesaria y sin valor después de los 50 ó 60 años para el empleado del estado y de peor manera para la empresa privada.

Todo el pequeño análisis que se ha hecho solo es válido para aquellos países que están desarrollados o están en vías de serlo y no es aplicable igualmente a países que desgraciadamente viven en miseria en los cuales el ser humano es simplemente un despojo de la naturaleza (algunos países de África) y tampoco es aplicable en aquellos países que viven regímenes autoritarios y dictatoriales para los cuales los seres humanos se convierten en mendigos de profesión o criaturas utilitarias para un fin del dictador.

En la actualidad hay varios países que sus políticos solo ven salida a la crisis económica  (y social, por añadidura) mediante la austeridad y recortes de todo tipo (sanidad, educación etc.). Craso error porque una crisis solo se combate con mas productividad e incentivos a las PYMES.

¿Por qué aparentemente cambio de tema?

Por la sencilla razón que esos países con crisis cuentan con millones de personas de la tercera edad que pueden hacer aportes muy valiosos a las crisis económicas, dada la gran experiencia y conocimientos que tienen.

En resumidas cuentas, los países en crisis en lugar de considerar a muchos jubilados como una carga deberían considerarlos como  aliados y como nuevos recursos para resolver los problemas económicos.

La tercera edad tiene un potencial muy valioso pero despreciado por el sistema. Tarde o temprano todos seremos inexorablemente viejos de la tercera o cuarta edad.