sábado, 1 de mayo de 2010

PULSION DE VIDA

En general todos los mamíferos cuando son jóvenes tienen una pulsión de vida mucho más elevada que cuando alcanzan edades maduras. La pulsión de vida implica ese deseo incontrolable de actividad, curiosidad, agrado por hacer cosas simples, admiración por todos los aspectos de la vida y un sentido muy especial de la diversión y el juego.

Los niños y los cachorros de animales son traviesos, inquietos y juguetones. Una vez que se adentran en edades ya avanzadas esa pulsión de vida disminuye considerablemente y todos ellos tienden a ser más tranquilos.

El ser humano, sin embargo es el único que a esas edades avanzadas puede seguir teniendo esa pulsión juvenil; todo depende de su postura y actitud mental. Que hermosos son los niños a tempranas edades: sus inquietudes, sus curiosidades y sobre todo, para ellos todo es nuevo y maravilloso; para la gente adulta todo es ya conocido; si uno ve un hermoso paisaje nuestra memoria dice que ya lo vio en otra oportunidad, inclusive por internet y de esta manera se pierde el encanto de la primera vez.

El ser humano, si tiene el deseo de manifestar la pulsión de vida, lo puede lograr; puede llegar a sentir nuevamente esa esencia indefinible de la juventud; ocurre entonces una mutación de la mente en ese sentido y es algo que no pueden lograr otras criaturas de la naturaleza.
Cuántos de nosotros no hemos visto a gente mayor derrumbada, deprimida, sin motivaciones, con una tristeza titánica y hasta muchas veces con deseos de morir y, también hemos visto el caso contrario: individuos ya mayores de edad llenos de alegría, jovialidad, motivación y un deseo de vivir y disfrutar de todos los aspectos de la vida.

Ese es un aspecto maravilloso de los seres humanos, dotados de una mente privilegiada; esta cualidad nos permite tener y decidir opciones y por tanto, auto determinarnos: podemos sentirnos tristes y acabados o alegres y joviales, si lo deseamos, y lo más importante y sobresaliente: podemos tener la cualidad y la esencia de los niños.