viernes, 17 de agosto de 2012

ASOMBRO POR LOS DICTADORES


“Ya no me asombran para nada las depravaciones y aberraciones de los dictadores. Lo que realmente me asombra es la inmutabilidad, insensibilidad e hipocresía del mundo”.

Todos los países, a su manera, proyectan imágenes de moral, ética y en general de cómo debe ser el orden y las reglas del juego, sin embargo, los intereses de poder y dinero son las verdaderas pautas subrepticias  del acontecer verdadero; he ahí la hipocresía.

Yo como país digo públicamente que tu país es terrorista, narcotraficante y violador de los derechos humanos, sin embargo mis opiniones cambian radicalmente y se endulzan si tu país me ayuda económicamente (chantaje aceptado internacionalmente entre todos los países). Y todo ello se logra a través de los políticos.