sábado, 25 de agosto de 2012

¿QUE MUEVE AL MUNDO?


Lo que mueve al mundo es el terrible sentimiento y sensación angustiante de no ser nada ni nadie; es una agobiante necesidad de decir aquí estoy yo, mírenme, admírenme, soy bueno, yo existo, yo soy diferente, yo soy el importante, aquí estoy yo y el resto allá fuera de mi,  soy capaz de hacer lo que sea para ser reconocido y aplaudido; por supuesto que el miedo y el placer están embutidos dentro de ese ego que desea ser y llegar a ser, de no ser y de no llegar a ser; deseo el placer y no deseo el sufrimiento.

Todo esto es el ego que no es más que un amasijo de pensamientos divididos; estoy analizando algo y mis pensamientos se dividen en dos partes: el yo que analiza y lo analizado; sin embargo, ambos son pensamientos; o por ejemplo: yo estoy pensando en filosofía; en este ejemplo, un grupo de pensamientos forma un núcleo principal que es la identificación del individuo o el yo y otro grupo de pensamientos forma otro núcleo que es pensar en filosofía; al fin y al cabo todos son pensamientos divididos en el pensador y lo pensado. Otro ejemplo, yo amo a dios; en este caso un núcleo que es el yo dice amar a dios pero este dios no son más que símbolos creados por el pensamiento; yo he creado a dios en mi mente (que exista o no Dios es otro asunto aparte).

Cuando comparo, los pensamientos también se dividen; el yo necesita constantemente comparar;  yo soy mejor que aquel, aquel tiene más dinero que yo, yo soy menos guapa que aquella; todas las comparaciones implican el yo que compara y la cosa comparada y todos ellos son pensamientos; la comparación es pensamiento puro.

Nos llamamos individuos, que significa etimológicamente indivisibles pero la realidad es todo lo contrario: somos entes divididos.

El ego nos hace sentir diferentes a los demás; por arriba o por debajo, para bien o para mal; ese ego es una inmensidad de pensamientos que nos caracterizan y nos aíslan frente el entorno. Pienso que el ego es como un caleidoscopio de infinitos pensamientos.

Si no tuviésemos pensamientos no podríamos compararnos, ni sentirnos conscientes de ser un individuo diferente a los demás; esto debe entenderse como: yo no soy aquel, yo soy yo. Los animales no tienen capacidad de compararse (psicologicamente) excepto en lo que corresponde a la supervivencia.
El yo necesita tener y poseer para llegar a ser; aunque sean nimiedades; necesito comprar lo que sea, poco o mucho. Necesito diferenciarme de los demás en algunas ocasiones con algo especial pero sobre todo, debo tener lo que la gran mayoría tiene; mi yo quiere pertenecer al grupo que se considera esta al día para no ser excluida; me gusta pertenecer a la religión que sea de la mayoría y sea la más poderosa.

La sociedad de consumo va demasiado deprisa; hoy hay esto, mañana ya está obsoleto y por supuesto, debo estar al día; los fabricantes lo saben y por eso crean necesidades y se esfuerzan en la innovación. Las necesidades primarias están más que cubiertas pero las necesidades de la vanidad, envidia y ambición jamás se colman.

Estas pulsiones son las que mueven la actividad del mundo. Tanto las pulsiones de los que tienen poco como la de los que tienen mucho.

Como sabiamente dijo Mahatma Gandhi:

«En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la codicia de algunos»

Se podría decir sin temor a exagerar que la energía que mantiene la actividad del mundo es de tipo psicológico pues se trata del movimiento inquieto del ego. Vemos entonces como una energía puramente psicológica mental se transforma en energía y trabajo físico tangible.

“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

Buda

jueves, 23 de agosto de 2012

EL TIEMPO ME ESTA JUGANDO SUCIO


El tiempo me está jugando sucio; me apuro, me apresuro y el siempre va mas rápido que yo; siempre me quedo atrás; como la cola al gato..

Hago mis mayores esfuerzos y cuando creo que estoy a tiempo, el me gana y yo pierdo; pierdo con los demás porque quedo atrás, que es lo que me importa.Trato de ser eficiente y no perderme en detalles tontos pero me retraso y eso pone los nervios de punta.

No sé si es el alboroto de la ciudad o si soy yo que no puedo con lo veloz que va todo.El tiempo va más de prisa que yo y mis tareas se quedan rezagadas.En mi niñez él iba más lento y apaciguado pero ahora se ha puesto rebelde, malcriado e impetuoso; no me da paz ni quietud.

De vez en cuando hago un respiro profundo de alivio, de satisfacción: por fin me adelante y termine a tiempo con todas mis faenas; que sensación de plenitud tan refrescante; esta vez le gane la partida al tiempo y soy la vencedora, pero de pronto, zass, el gozo al pozo.

Señorita Lentijuela, no le dije que debíamos de entregar estos presupuestos para hoy en la tarde y están más crudos que un Ceviche.

jefe, ¿usted no me dijo que lo hiciera cuando pudiera, dándome a entender que no eran urgentes?.

Pues entendió mal, los quiero para esta tarde y sin falta.

Sí jefe, los tendrá.

Me entró un sofocón por todo el cuerpo como si me hirviese la sangre y otra vez el tiempo hizo de las suyas; afortunadamente mañana es sábado, la balsa del descanso.

Estoy satisfecha entregue el trabajo al jefe y está comenzando el sábado.

Cariño, tengo hambre, prepárame algo rico y aprovecha y les das a los niños también y recuerda de ayudarles con los deberes del cole.  

viernes, 17 de agosto de 2012

ASOMBRO POR LOS DICTADORES


“Ya no me asombran para nada las depravaciones y aberraciones de los dictadores. Lo que realmente me asombra es la inmutabilidad, insensibilidad e hipocresía del mundo”.

Todos los países, a su manera, proyectan imágenes de moral, ética y en general de cómo debe ser el orden y las reglas del juego, sin embargo, los intereses de poder y dinero son las verdaderas pautas subrepticias  del acontecer verdadero; he ahí la hipocresía.

Yo como país digo públicamente que tu país es terrorista, narcotraficante y violador de los derechos humanos, sin embargo mis opiniones cambian radicalmente y se endulzan si tu país me ayuda económicamente (chantaje aceptado internacionalmente entre todos los países). Y todo ello se logra a través de los políticos.


lunes, 13 de agosto de 2012

EL FIN Y LOS MEDIOS


Para llegar o lograr una meta son necesarios los medios. Esto implica,  esencialmente que la meta es más importante que los medios, por lo menos en teoría. Los medios son instrumentos para lograr un buen fin.

Pero, ¿Qué es un buen fin?

Es aquí donde entramos en un relativismo abismal. Aquí interviene la buena fe, la moral, la costumbre, la cultura, la ideología, la religión y en general todo posicionamiento del condicionamiento mental humano. Muy pocas personas en el mundo pueden ver la verdad sin estar condicionados.

Si yo soy un buen padre de familia, mi meta es procurar a culminar los estudios de mis hijos, proveerles de buena alimentación y de buenas condiciones sanitarias, además de vestirles, darles vivienda adecuada y todo hasta donde se pueda mediante los medios que estén a mi alcance: el trabajo.

Si yo soy un guerrillero y estoy convencido de mi ideología, los medios para lograr mi meta ideológica podrán ser el asesinato, la violencia, el caos y la destrucción. El guerrillero está convencido que la verdad es suya y que la razón está de su parte; el remordimiento no existe y solo hay la satisfacción de los medios ejercidos.

Si yo soy un político llamado socialista, popular o lo que sea, mi meta o fin ficticio es ayudar al pueblo pero mi meta verdadera es velar por los intereses de los grupos económicos poderosos, en especial la banca; si yo los ayudo a ellos, me estoy procurando ingentes beneficios para mi. Seamos claros, ellos están en el poder por la imposición de los poderosos (no por la voluntad popular). Los poderosos los van cultivando durante muchos años.

Como buenos políticos, ellos utilizan como medio para sus fines al consabido pueblo al cual lo marean e hipnotizan con hermosos discursos llenos de esperanza y promesas (que nunca cumplen). El pueblo siempre cree en ellos y ellos los apoyan para llegar al poder, en el sistema llamado “democrático”. La parte realmente importante es la financiera. Para llegar al poder es necesaria la ayuda económica, que proviene precisamente de esos grupos, incluyendo la banca.

Detalle curioso: el pueblo o colectivo siempre es maniqueista y no entiende de selecciones o soluciones intermedias a conveniencia: o es el popular o es el socialista.

El resultado final de este pequeño planteamiento es que los políticos imponen sus delegados en las cajas de ahorro, estas dan créditos inmobiliarios a constructoras y promotoras sin solidez financiera; colocan dineros de fondos públicos y de personas comunes en inversiones muy riesgosas en otros países; cuando la solvencia se desmorona, entra la crisis. Este es el momento en el cual se definen claramente la meta, el fin y los medios; todo queda al descubierto, flotando sobre un mar de malestar, descontento, frustración e ira.

Para los políticos el fin es la banca y los medios son el sacrificio de la sociedad de clase media y baja.

Los políticos realmente honestos deberían de dejarse de nombramientos en lugares financieros (cajas de ahorro) y su verdadera labor debería ser vigilar a los organismos y entes auditores y calificadores; pero, ¿quién califica al calificador?, ¿quién audita al auditor?.  En estos momentos no hay quien vigile nada de manera útil para el colectivo; esto es como poner a un lobo a cuidar ovejas. Lamentablemente, los políticos son marionetas de los poderosos y utilizan como medio para sus fines, al pueblo.

Los políticos que ayudan a la banca antes que al pueblo, en sus necesidades esenciales, son simplemente villanos.


jueves, 9 de agosto de 2012

CANIBALISMO HUMANO


Me gustan las analogías y los símiles pero sobre todo cuando no hay diferencias de fondo ni esencia y solo las hay de la forma aparente que nos confunde a todos.


Detesto el canibalismo, es algo repugnante y cruel y solo de pensarlo se me eriza la piel; lo reconozco, es un acto que rechazo totalmente y como yo, creo que todos opinan igual. Por supuesto que opinar es una cosa y sentir es otra; todos opinamos sobre todo tipo de sucesos pero no todos sentimos por igual. Mucha gente ve pero no mira y al no mirar no sabe lo que ocurre en el mundo que le rodea ni sabe lo que le ocurre a sí mismo.


Vamos al grano, comer un humano es un canibalismo y eso es depravado y cruel, además de repugnante; comer un cuerpo humano ya muerto, es una monstruosa y aberrada morbosidad. ¿Qué implica y que hay en el fondo del canibalismo?; simplemente aprovecharse de otro ser humano con saña y morbosidad; quizás sea el sentido más refinado del triunfo; ¿no es así?¿Cual es el punto profundo, motor del asunto y que resalta a simple vista?; ¿será un asunto de desprecio?, ¿sadismo, que no es más que el disfrutar del sufrimiento ajeno?, ¿será aprovechar y explotar a otro ser humano para el beneficio propio?, ¿será esclavizar y debilitar para luego utilizar el cuerpo marchito, sin vida o casi sin vida de otro para la utilidad propia?.


Pueden ser todas o una, no lo sé; lo impresionante de todo ello es que nos alarmamos de algo frenéticamente y de otros sucesos somos indolentes o indiferentes.


En lo más profundo, el ser humano es básicamente caníbal, utiliza la vida de otros para su provecho; siempre ha sido así.


Por todas partes veo prefación y unos viven de otros, que en el reino animal está justificado; unos, como sanguijuelas succionan el medio de vida de muchos y los muchos, entre si también se devoran. Algunos dicen: es la ley la de vida y creen que todo se arreglo por decir eso.


Cuando digo que hay canibalismo generalizado lo digo por comparación, aunque no se desgarre, mastique, digiera y excremente carne humana, en el fondo y en esencia es la misma actitud y posición.


Veo canibalismo por todas partes.


¿Acaso no hay canibalismo económico y financiero? (el pez grande destroza al pez chico sin contemplación y lo vemos normal); muchas veces me pregunto: estamos viendo o mirando la situación, o simplemente ni vemos ni miramos sino que nos movemos como zombis que actúan sin saber. ¿Acaso no hay canibalismo judicial? (con la legalidad en las manos se defeca sobre la justicia)


¿No existe el canibalismo de los medios de comunicación? (digo lo que no debería de decir, por insulso y no digo lo que debería de decir, por omisión premeditada).


¿Acaso no hay en el mundo, algunos estados predadores sobre sus ciudadanos, que los exprimen hasta la sequedad para extraer el zumo de su esfuerzo y así alimentar su burocracia parásita?.


¿No es cierto que en algunos países las transnacionales practican el canibalismo con la complicidad de sus gobernantes?


¿Acaso no existe el canibalismo bancario en muchos países del mundo?.


Hay muchos canibalismos que se pueden citar; es casi seguro que cualquiera, con un poco de reflexión, imaginación y una pizca de interés los detectara por doquier; inclusive, en muchos lugares de trabajo las relaciones humanas son propias de caníbales; eso sí, muy disimuladas para estar a la altura de seres humanos cultos.


Esto ocurre todo el tiempo pero los hábiles oradores camuflan con elegantes palabras los hechos mugrosos del acontecer diario y muchos individuos deambulan ciegos y atontados sin saber que ocurre en el mundo.
La hipocresía y la indiferencia de muchos son los aromas que saturan el mundo de hoy, para el disfrute de pocos y desgracia de muchos.