martes, 29 de septiembre de 2015

AGUA EN MARTE

La gran noticia del siglo: se encontró agua en Marte. La noticia bomba que nos tiene fascinados.

Esta noticia me parece, además de una inutilidad y futibilidad absoluta,  una demostración más que la humanidad y en especial la comunidad científica han perdido el horizonte de la vida  y la sensibilidad humana. Que nos puede importar si hay agua en Marte o la luna  o cualquier planeta.

Un acueducto en nuestro planeta cuesta mucho dinero y trabajo; traer agua de Marte es simplemente irrealizable. Esto es por una parte. Pienso que detrás de todo ello se quiere demostrar si hay vida o no en Marte, lo cual sería una curiosidad estúpida humana por los costos que ello implica; millones de Dólares botados al cesto de lo inútil y fútil, por no decir otras expresiones más duras.

El futuro próximo y casi inmediato de la humanidad es sufrir fuertemente y hasta mortalmente la carencia cada vez mayor de fuentes de agua, sobre todo en países muy pobres (que hay muchos) en el mundo; infinidad de gente está sufriendo de esta carencia por mucha razones que no expondré como por ejemplo la tala indiscriminada de bosques sin reposición, únicamente con el fin monetario de vender madera. Es más que evidente que a nadie le importa si en esos países esa gente muere por falta de agua sin embargo estamos muy interesados en el agua de Marte.

Por otra parte, la contaminación de muchas fuentes de agua está haciendo prácticamente inservible  la utilización de ella tanto en países pobres como en países no tan pobres. El costo de tratamientos es elevado así como las políticas de prevención.

Los cambios climáticos están sumándose a esta situación.

En resumen, tenemos un problema gravísimo en el presente actúa, con el tema del agua la cual es fundamental para la vida humana.

Como dije más arriba, quizás la curiosidad de existencia de agua en Marte sea para vislumbrar si hay vida en ese planeta; como si ello fuese tan importante y relevante frente a la vida en el planeta Tierra que cada vez se vuelve más crítica por muchas razones: superpoblación, enfermedades de todo tipo, pobreza para pagar servicios e infraestructuras sanitarias y otras.

Si a todo esto le sumamos la propensión, tendencia  y hasta afición por las guerras (por lo menos en películas y televisión ocupa un gran espacio), las cuales causan muchas muertes e infelicidad, la situación en nuestro planeta presenta características patéticamente absurdas. La mayoría de las guerras tienen fines económicos y de poder y yo las considero absurdas.

La delincuencia y violencia cada vez mayor en algunos países causa más muertes que muchas guerras.

Los gastos mundiales en fabricación y compra de armamento son abrumadores, mientras se abandonan los aspectos más importantes para la vida en bienestar. El exceso de consumismo innecesario y vanidoso, no esencial está causando una fuerte degradación del medio ambiente y de las fuentes de agua, todo ello esencial para la vida adecuada que deberían tener los “seres racionales”, la fauna y la flora. La matanza de animales está causando extinción de muchas especies pero eso poco importa. Matar un elefante para ganar dinero con sus colmillos es aberrado y criminal, por ejemplo; sin embargo la insensibilidad humana nada de eso le llama la atención.


Realmente me cuesta entender cada vez más, muchos aspectos del comportamiento de nuestra raza. Eso sí, muchos están interesados en el agua y existencia de seres extraterrestres.

martes, 22 de septiembre de 2015

CRUDAS REALIDADES HUMANAS

Mientras más gana dinero una persona más tiende a no ayudar a los demás y más avaro se convierte; esto es casi una ley. Ellos se convierten en miserables.

Hay muchos cuentos de camino sobre la filantropía, pero no hay que ser ingenuos.  En un individuo que todo se centra a si mismo aprovechándose de los demás a como dé a lugar, crea incertidumbre y suspicacia tales preocupaciones por el prójimo. Aparecen falacias tales como ONG para confundir al mundo y descargar al fisco una ínfima cantidad de sus utilidades; no quiero generalizar malamente puesto que hay un buen número de individuos que si tienen buenas intenciones; pero otros se convierten en altruistas disfrazados para que el colectivo los admire y obtener utilidades financieras. Hay cantantes, actores de cine, empresarios y mucho más. Disfrazar la ambición tiene muchas facetas.

El 90 % de de la riqueza del mundo, expresada en dinero, está en manos de no más de un 3  % de la población mundial. Para efectos de esta afirmación los individuos que están dentro de este 3 % tienen por lo menos 100 millones de dólares. Esta cantidad de dinero implica muchas mansiones, alimentos que no pueden consumir, lujos tales como yates, aviones, etc.

El ser humano que supuestamente es racional (lo de racional es para la tecnología pero no para enaltecer y purificar la raza humana) está destruyendo el mundo.

Cada quien a su manera, destruye. Muchísimos matan animales por “deporte” (¿??), otros venden animales, otros arrasan y destruyen selvas para urbanizar en combinación con políticos, otros acaban reservas del patrimonio mundial forestal para tumbar arboles (típico caso Brasileño), otros compran productos estúpidamente “valiosos” como el marfil, el oro (que implica destrucción de la naturaleza), el consumismo desaforado destruye el medio ambiente y así sigue la desgracia.
La pobreza del mundo alcanza a por lo menos a tres mil millones de personas, muchas de ellos solo comen una vez cada dos días y no tienen agua. Sin embargo en muchos países del mundo, para garantizar precios de productos alimenticios, se dejan podrir o los controlan mediante las diferentes bolsas de valores del mundo.
El común denominador de la raza humana es la hipocresía, la ambición, la vanidad y la envidia, que por cierto, es la que utilizan los políticos para dominar a las masas; por su parte, desgraciadamente, las masas no captan que son hipócritamente manipuladas.

La mayor trampa moderna se llama consumismo y será la causante de la debacle (esto no es retorica del pesimismo ni Malthusianismo vehemente, sino la realidad).  El ser humano queda hipnotizado por creaciones sofisticadas de consumo atractivo. El individuo deja de ser el sí mismo en su esencia, para ser esclavo de una ilusión que crean las grandes industrias.

El consumismo exacerbado trae como consecuencia una larga cadena de causas y efectos que distorsionan la economía y el bienestar social. Es un circulo asquerosamente vicioso: nos fascina consumir y al mismo tiempo nos auto destruimos a nosotros mismos y al planeta tierra. Un porcentaje muy pequeño de la población mundial hace grandes ganancia del apetito consumista de la mayoría.
El consumismo nos obliga a trabajar más de la cuenta para obtener productos, innecesario y sin sentido pero llenos de esnobismo que hacen destacar y diferenciar a unos individuos de otros. La vanidad y la envidia juegan un rol protagónico primordial.
Mientras unos países están enloquecidos con el consumismo desaforado, otros países viven la más cruel de las tragedias humanas: no tienen alimentos, ni medicinas, ni agua potable ni un techo para vivir y para colmo, están plagados de enfermedades.
Nuestro mundo es muy contradictorio y absurdo.

Generalmente, los causantes del malestar y tragedia mundial son: los políticos en sociedad con los grandes poderes económicos. Esta es una conclusión sin argumentos en contra.
Los mayores farsantes políticos son aquellos populistas demagogos que aprovechándose del resentimiento y  descontento del colectivo, ofrecen esperanzas y soluciones que nunca se harán realidad. Los países que han caído bajo el discurso de estos estafadores, están condenados a la peor de las tragedias humanas.

¿Hacia  dónde apunta el futuro de la humanidad?
La respuesta es bastante  simple: mientras exista el ego  humano (vanidad y envidia) y cada quien piense solamente en sí mismo, todo entrará en una entropía muy alta o lo que es igual: desorden, caos, violencia,  malestar y nada bueno por esperar. El mundo o Gaia entrará en conflicto irreversible!!. Esto no es nihilismo sino realidad.

El gran Bertol Brecht opinó lo siguiente refiriéndose a todos aquellos que conducen el mundo, que no son otros que los políticos:
"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".
En contraposición, el genial Walt Whitman, dijo:
"A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a
la gente más tiempo en paz".

A su vez, Mahatma Gandhi resumió una gran verdad - realidad:
“En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”.






domingo, 20 de septiembre de 2015

ENTROPIA SOCIAL Y TEORIA DEL CAOS SOCIAL


Todo sistema tiende progresivamente a presentar un conjunto de eventos cada vez mas desordenados. Este grado de desorden fue inicialmente concebido en termodinámica. Un sistema cerrado con baja entropía es un sistema ordenado (termino difícil de explicar); veamos algunos ejemplos: una ciudad ordenada en su infraestructura tiene bajo nivel de entropía pero después de la devastación producida por un terremoto, todo queda desordenado y la entropía de esa ciudad aumenta enormemente; un huevo entero tiene un grado de entropía mucho menor que si ese huevo fuese golpeado contra el suelo, en cuyo caso el grado de entropía seria mucho mayor.

Desde hace algunos años se ha puesto de moda explicar los comportamientos sociales a través de la entropía y más actualmente mediante la teoría del caos, muy en boga hoy en día.

En el ámbito social, hay algunos que opinan que la entropía social es, por acción y definición, un fenómeno cíclico, complejo y dinámico, a partir del cual puede afirmarse que toda sociedad tiene en sí misma el germen de su diversidad, de su progresión, pero también del caos necesario para engendrarlo. Mi comentario al respecto, el cual seguiré comentando es que algunas especies vivientes bien sean insectos o animales superiores y muy en especial la raza humana tienden a postergar, alargar o enfrentarse de alguna manera a la ley de la entropía. El caso de los seres humanos, para mi es realmente impactante porque podría ser una excepción a la ley de la entropía “dentro de unos límites de tiempo determinados”.

Los seres humanos y otras criaturas vivientes son capaces de reordenar su entorno después de una catástrofe. La naturaleza inanimada (sin seres vivientes) no es capaz de enfrentarse y retardar el proceso entrópico. Muchos países quedaron destruidos por guerras y por fenómenos de la naturaleza (terremotos, tsunamis, ciclones, inundaciones) pero después de un tiempo, logran el orden de nuevo. Nidos de hormigas, abejas y otros insectos, pueden ser destruidos y al cabo de un tiempo están reconstruidos y ordenados como inicialmente estaban. Estos son casos de pasar de grados de entropía grandes a grados más bajos mediante la acción de esos seres vivientes. Por supuesto que todo este planteamiento es a un nivel puntual del tiempo porque a la larga, la flecha del tiempo apunta hacia el grado más elevado de entropía y el equilibrio final, el fin.

Como todo en la moda (lo llamo moda porque no encuentro otra palabra adecuada) de los seres humanos, ahora está en boga la teoría entrópica y la teoría del caos aplicada a las ciencias sociales. Lo que se ha escrito sobre la teoría del caos en poco tiempo es realmente impresionante y muchas veces inentendible porque a los seres humanos nos gusta distinguirnos empleando nuevas palabras y nuevos conceptos impactantes.

Sin embargo, hay afirmaciones que comparto totalmente como esta: son los factores de orden político aquellos que más profundamente inciden en el desempeño entrópico y ulteriormente caótico de los conglomerados sociales. Estas afirmaciones las comparto totalmente por la sencilla razón de que las personas con propensión a la política y logran llegar a cargos de gobernantes, tienen los índices de ego más elevados en la sociedad; esto implica que todas sus acciones y actividades apuntarán hacia sus intereses personales descuidando casi totalmente el interés colectivo.

Definitivamente, en nuestra época actual los políticos influyen de manera decisiva en el orden de la sociedad. Hay muchos países llamados sub desarrollados que tienen políticos populistas y demagogos y son un caos para esas sociedades. Muchas de esas sociedades, populistas, demagogas, y explotadoras de los sueños de los más pobres están llegando a niveles de inflación exorbitantes, sin poder adquisitivo, empobrecimiento agobiante, desabastecimiento superlativo, endeudamientos fuera de toda logica economica, devaluaciones constantes para "cumplir con las obligaciones internas del pais", sub empleos, destrucción de la infraestructura productora, demoralización rampante, los más elevados índices de criminalidad, estanflación, malestar social en grado superlativo, odio entre clases sociales, anarquía y caos en las organizaciones  e instituciones gubernamentales, desperdicio de los recursos naturales, pérdida de soberanía, corrupción a niveles inconcebibles, impunidad absoluta en todo tipo de graves faltas, ausencia absoluta del estado derecho (hay dos estados de derecho: para los disidentes y para los que están con el gobierno), todos los poderes del estado en manos del presidente quien los maneja a su antojo: la fiscalía, el poder judicial, el tribunal supremo de justicia, el consejo nacional electoral, las fuerzas militares, la asamblea nacional, el procurador general, la defensoria del pueblo son titeres-marionetas vergonzosas del presidente, degradación de la raza humana, perdida de principios morales; en este tipo de países la elite gobernante vive el capitalismo mas furioso y recalcitrante y la burguesía más feroz imaginable pero su discurso es socialista; se aprovechan de la ignorancia del pueblo para lograr sus mas depravadas ambiciones y codicias, de hecho, mucho de ellos son mega millonarios con propiedades de las más costosas en todas partes del mundo, con cuentas mega millonarias en paraísos fiscales. Llevan un nivel de vida simplemente bochornoso.

En otros casos, hay naciones que tienen políticos que conservan el orden y viven en humildad. Dos extremos radicales de la entropía social.

Este fenómeno social lo han llamado socialismo del siglo XXI, del cual le han sacado provecho muchos “intelectuales”e “ideólogos” a nivel mundial, además se han aprovechado cineastas, artistas de Holliwood y otros chulos de profesión.

Me sorprende y estoy de acuerdo con la afirmación de muchos teóricos sociales: el orden es una fuente del caos. Esto es y será así porque nuestro universo comenzó y terminara de esa manera. Muchas veces los estados de desorden tienden hacia el orden.

Los seres humanos son las únicas criaturas conocidas que poseen dos contenidos exclusivos: inteligencia funcional y ego; el ego influye totalmente sobre la inteligencia pero la inteligencia no puede actuar sobre el ego. Lo único que puede actuar sobre el ego es la reflexión, la introspección, la observación de todo (del entorno, de los pensamientos de uno y mucho mas) y la atención libre de condicionamientos.

Para aquellos países que actualmente están en serios problemas económicos, sobre todo en Europa, les recomiendo enterarse muy bien de este tipo de socialismos para que no cometan los mismos errores (no se trata de errores sino de mala fe y malas intenciones).




viernes, 4 de septiembre de 2015

BREVE HISTORIA DE UN SER HUMANO

En el primer año de nacido es la mascota consentida y protegida por todos y por supuesto, la familia. Esto sigue así hasta la edad de 4 años cuando ya comienzan a molestar un poquito pero el cariño sigue igual.

De la edad de 4 años hasta los 10 años todo es una mezcla de cariños y amonestaciones.

Los estudios comienzan desde los 5 años hasta los 16, edad que se gradúa de bachiller.

Durante todo este tiempo todo es disfrutar de la vida y ser mantenido por sus padres.

Desde los 16 hasta los 24 años comienza la segunda etapa de estudios superiores pero la vida sigue siendo una fantasía y un disfrute total lleno de infinitas experiencias. El individuo tiene la sensación que la vida es eterna y como está lleno de energía no tiene ni idea que es la vejez.

Al final de estos estudios quizás tome otros estudios para lograr Maestrías o Doctorados y esto demora  a lo sumo algo así como tres años más con lo cual ya tendrá la edad de 27 o 28 años.

A esta edad ya debe tomar un empleo y ganarse la vida por su cuenta; la familia ya no le ayuda como cuando niño.

Como ley de la vida conoce una pareja que le gusta y se casa o vive de manera independiente, en el supuesto caso que económicamente pueda.

El sistema imperante en el país le dará empleo por ser joven y vivirá de manera más o menos tranquila y quizás holgada hasta los 45 años, edad para la cual el sistema le considerara en el límite  de las ofertas de empleo.

Si es un empleado de la burocracia del estado, el empleo llegara hasta los 50 ó 60 años fecha tope para la cual el sistema le considerara como estorbo e inutilidad como ser humano; en resumidas cuentas, el sistema considera que después de los 60 años es una carga muy grande (actualmente se ha acortado esa edad considerablemente) y no saben qué hacer con él; ni la familia, ni los amigos ni el estado (que se jacta en auto llamarse: estado de bienestar); ninguna empresa le contratara a menos que sea un genio en algo.

La conclusión a esta pequeña historia de un ser humano es la siguiente: la vida útil, provechosa y valiosa para el sistema es de apenas 60 menos 28 = 32 años ó 22 si se retira a los 50 años.

Considerando que actualmente la vida promedio esta cercana a los 80 años, el porcentaje de utilidad de un individuo (ser humano) para el sistema es del orden del: 32x100/80 = 40 % ó 22x100/80 = 27,5 % del total de la vida.

Considero que esta cifra es una aberración del supuesto ser racional llamado “humano”.

Quiere decir que el valor que tenemos en el sistema es de apenas un 27,5 ó de un 40 %, cuando deberíamos valer cercanos al 100 %

En resumen: para el sistema somos un desecho, una carga innecesaria y sin valor después de los 50 ó 60 años para el empleado del estado y de peor manera para la empresa privada.

Todo el pequeño análisis que se ha hecho solo es válido para aquellos países que están desarrollados o están en vías de serlo y no es aplicable igualmente a países que desgraciadamente viven en miseria en los cuales el ser humano es simplemente un despojo de la naturaleza (algunos países de África) y tampoco es aplicable en aquellos países que viven regímenes autoritarios y dictatoriales para los cuales los seres humanos se convierten en mendigos de profesión o criaturas utilitarias para un fin del dictador.

En la actualidad hay varios países que sus políticos solo ven salida a la crisis económica  (y social, por añadidura) mediante la austeridad y recortes de todo tipo (sanidad, educación etc.). Craso error porque una crisis solo se combate con mas productividad e incentivos a las PYMES.

¿Por qué aparentemente cambio de tema?

Por la sencilla razón que esos países con crisis cuentan con millones de personas de la tercera edad que pueden hacer aportes muy valiosos a las crisis económicas, dada la gran experiencia y conocimientos que tienen.

En resumidas cuentas, los países en crisis en lugar de considerar a muchos jubilados como una carga deberían considerarlos como  aliados y como nuevos recursos para resolver los problemas económicos.

La tercera edad tiene un potencial muy valioso pero despreciado por el sistema. Tarde o temprano todos seremos inexorablemente viejos de la tercera o cuarta edad.