jueves, 31 de enero de 2013

VIAJANDO A TRAVÉS DE CITAS POLÍTICO-SOCIALES.


Los borregos son animales hermosos pero tienen la propensión de ser gobernados al antojo del amo: ni protestan ni se dan cuenta. En las democracias ocurre algo muy similar cuando la mayoría de los individuos se dejan manipular al antojo de sus gobernantes ("La democracia no está hecha para los que se portan como borregos", Mahatma Gandhi).

Por otra parte, si el colectivo es necio los gobernantes serán crueles, y esto es como una ley en física (“Los pastores serán brutales mientras las ovejas sean estúpidas, Godin”)

Como todos los procesos de la existencia, todo está sujeto a las leyes de la entropía y por tanto, todo tiende al desorden aumentando así, los niveles entrópicos. Cada uno de los individuos que componen la sociedad debe estar pendiente y vigilando a sus gobernantes, dejando a un lado las superficialidades. Mantener una sociedad ordenada (niveles de entropía social bajos), requiere de esfuerzo, energía y voluntad pero al final es bienestar social.

Las democracias deben ser celosamente vigiladas y cuidadas por la sociedad como una madre cuida a su bebe. No cuidar y amar a la democracia es un acto de estupidez y ya no hay nada que hacer (“Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano”, Schiller)

Estos actos de estupidez van creando gobiernos cada vez mas autoritarios y hasta tiránicos y todo se convierte en un círculo vicioso (Las tiranías fomentan la estupidez, Jorge Luis Borges).

Ya que hablamos de estupidez humana, pienso que lamentablemente hay muchos seres humanos que se aferran a ella como el oxido al hierro, (“solo tú, estupidez, eres eterna”,  Antonio Gramsci); adicionalmente está muy claro que un ignorante puede estudiar y deja de ser ignorante pero el que es estúpido por vocación lo será por siempre,("Entre un ignorante y un estúpido prefiero el ignorante... La ignorancia tiene solución, pero la estupidez es eterna", Alberte Einstein)

Siguiendo nuestro viaje por la estupidez humana, continuemos comentando sobre las tiranías. Como todas las tendencias, hay tiranías llamadas de derecha y las de izquierda; son definiciones simbólicas simplistas en la mente humana pero funcionan y todos las usamos. Aquellos que se auto-definen de izquierda, dicen defender a los desprotegidos de la sociedad acuciados por las garras de sus opresores capitalistas; y los que se autodenominan de derecha defienden la propiedad privada, la libertad de expresión y en general el respeto a los derechos fundamentales y naturales de los seres humanos, evidentemente, hasta ciertos límites porque los sistemas de derecha radical sofocan a los ciudadanos hasta el cansancio y el agobio.

Cada una de estas tiranías tiene sus efectos y consecuencias que no son iguales para las tendencias antes mencionadas de izquierda y derecha: (“Una tiranía de derecha puede sacar a su país del subdesarrollo: hay muchos ejemplos históricos. Una tiranía de izquierda hunde a su país en el subdesarrollo, pobreza, perdida de derechos humanos y represión”, Sergei Caseyevsky). Además, todos los tiranos tienen algo en común y es la distorsión entre lo que se aman a sí mismos y las limitaciones de libertades hacia los demás (“El amor a la libertad es amor al prójimo; el amor al poder es amor a sí mismo”, William Hazlitt).

Continuemos rodando con el tema de los tiranos, cabe destacar que las tiranías generadas por las ideologías sangrientas terminan en revoluciones sangrientas, (Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un arcaico detalle burgués. ¡Esto es una revolución!", Che Guevara)

La modalidad de tiranía con más éxitos en los tiempos actuales es destruir y acabar con los sistemas democráticos, de manera democrática; esto está ocurriendo especialmente en latino América; para ello tienen el apoyo de organizaciones internacionales y de muchos países. Claro está, no  hay nada a cambio de nada y en estos casos el dinero de ciertos países es el combustible que enciende los motores.

Si alguien me preguntara cual tipo de sistema preferiría, mi respuesta seria la siguiente: me da igual si es de izquierda o derecha pero con la condición necesaria que se respete el derecho a la propiedad, a la libertad de expresión, el derecho a opinar sin ser perseguido, libertad de libre mercado, estado de derecho que implique justicia para todos por igual, separación real y absoluta del poder judicial y el ejecutivo (“Con separación de poderes nace estado de derecho”, Montesquieu), inexistencia de las uniones perversas entre políticos y grupos poderosos, existencia del estado de bienestar, un sistema fiscal (Hacienda) que sea realmente justo sin inclinaciones de los políticos a favorecer a los poderosos, castigo severo a fraudes fiscales, evasiones fiscales y colocación de capitales en paraísos fiscales, distribución más equitativa de las riquezas (lo cual se puede lograr con una política fiscal justa, honesta e implacable), exterminio del populismo y muchos aspectos más que impliquen realmente la propensión a la igualdad de los seres humanos en cuanto a derechos se refiere, (“A vosotros y a mí se nos dice cada vez más que tenemos que escoger entre izquierda o derecha, pero me gustaría sugerir que no hay tal cosa como izquierda o derecha. Sólo hay arriba o abajo -arriba hacia un sueño viejo como el hombre; la libertad definitiva compatible con ley y orden- o abajo hacia el totalitarismo de hormiguero, e independientemente de su sinceridad, sus motivos humanitarios, los que cambiarían nuestra libertad por seguridad nos han embarcado en esta trayectoria hacia abajo”, Ronald Reagan)

Los tiranos saben muy bien lo que hacen para lograr sus metas de poder: los gobiernos tiránicos tratan por todos los medios de propiciar la ignorancia y distracciones de la sociedad; mientras más ignorantes son los individuos, más beneficios obtienen. Esto es especialmente valido para aquellos tiranos que llegaron al poder mediante el populismo, (“El mejor aliado de los tiranos y de los gobernantes inmorales es la ignorancia supina del pueblo, propiciada por ellos”, Mara).

¿Qué moviliza y acciona a los seres humanos?, pienso que el miedo y el placer. Como todo en nuestra existencia, el miedo maneja gran parte de nuestra vida. Si la sociedad le tiene miedo a los que gobiernan, hay tiranía; al contrario ocurre cuando el gobierno le teme al colectivo por su fuerza de voluntad, acción y autodeterminación para que se respeten los derechos y el orden,("Cuando la gente le teme al gobierno hay TIRANÍA. Cuando el gobierno le teme a la gente hay LIBERTAD" , Thomas Jefferson 
  
Cabe destacar que las tiranías desvirgan el estado de orden de la justicia y según las tendencias o propensiones de quienes gobiernan, la razón pierde sentido y los tontos pueden dominar caóticamente todo, (“Donde no hay justicia es peligroso tener la razón: los imbéciles son mayoría”,  Francisco de Quevedo).

Por cierto, la historia está llena de ejemplos de tiranos que padecían trastornos mentales y hasta psicopáticos; el daño que causaron a la sociedad fue y es indescriptible: violencia, crueldad, genocidios, hambre, pobreza y en general llevaron a los individuos al nivel infra humano, ("Nada más pernicioso que un individuo en apariencia normal que al estudiarlo demostraría pertenecer a un grupo de trastornados mentales”, Salvador Allende).

¿Qué hacer cuando la tiranía nos acosa y amenaza nuestras vidas?:
Lo más sensato es la desobediencia civil lo cual implica desconocer la autoridad que no es legítima y en ese momento comienza la razón de todo, ("El acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razón", Erich Fromm). Los tiranos distorsionan la esencia de las leyes para lograr sus perversas metas de poder y en ese momento es que el colectivo debe decir: basta!, ("Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer"
Mahatma Gandhi).

Cabe destacar que los gobiernos que no respetan los derechos naturales propenden a despreciar de manera absoluta el sentido de la justicia y en ese momento comienza la tiranía; Los gobiernos tiránicos poco a poco van depravando y degradando las leyes a sus propios intereses pero eso, tarde o tempranos los acaba y se revierte,(“Los tiranos perecen por la debilidad de las leyes que ellos mismos han debilitado”, Louis Antoine Saint-Just)

Un aspecto fundamental en la degeneración de los gobiernos reside en el poder judicial. Cuando los gobiernos van degenerando, la causa primera y fundamental es porque los jueces también van degenerando; el estado de derecho, justicia, respeto a los derechos humanos y el orden en general, esta soportado en gran parte por la acción de los jueces; la responsabilidad que cargan es enorme. Cuando los jueces se desvían de la esencia de sus funciones y cometen acciones indebidas (por ejemplo, sentencias injustas), bien sea por dinero o por cualquier otra causa, en ese momento están depravando el estado de derecho y se convierten ellos mismos en los delincuentes mas detestables (“Desgraciada aquella generación cuyos jueces deberán ser juzgados”, El Talmud).

Las culpas de los errores cometidos siempre son causadas entre varios. En las llamadas democracias se cometen muchos errores y fallas imperdonables, pero tanto los gobernantes como la sociedad son los causantes de ello, ("Entre un Gobierno que lo hace mal y un Pueblo que lo consciente, hay una cierta complicidad vergonzosa, Víctor Hugo").

La gran pregunta es: ¿Quiénes son los actores principales en la obra teatral de los gobiernos?; creo verlo de manera simple y, pienso que esos grandes artífices del arte escénico en el arte de gobernar, son los políticos. La política consiste en tratar de quedar bien con todo el mundo; hay que quedar bien con aquellos que con el voto los colocan en el poder y de igual manera deben satisfacer las apetencias y ambiciones de aquellos que les proporcionan fortuna, (“La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”, Jacques Benigne Bossuet (1627-1704) Clérigo católico francés y escritor).

Me viene a la mente en estos momentos el famoso tema de las luchas sociales y creo realmente que es una falacia y una utopía, tal como lo planteaba un filósofo que por cierto,  poseía propiedades privadas e incluso tenía el equivalente de las acciones financieras actuales (proporcionadas por su íntimo amigo, empresario y filósofo) y que contradictoria e hipócritamente su teoría social proclamaba que lo excelso y último para la sociedad perfecta sería la eliminación de la propiedad privada.

Pienso que la verdadera lucha es la sociedad contra los gobiernos que no defienden los intereses del colectivo. La sociedad debe luchar contra aquellos que los gobiernan malamente, que son realmente sus enemigos; en eso consiste la libertad, (“La historia de la libertad es la de la lucha por limitar el poder del gobierno.” Thomas Woodrow Wilson (1856 – 1924), 28º Presidente de los Estados Unidos). Por cierto, ya que hablamos de políticos y como me decía mi abuela, en un refrán: dime de qué alardeas y te diré de qué adoleces; los políticos cuanto más hacen hincapié en algo y su lenguaje se hace grandilocuente, mas nos engañaran con ello, (Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje, Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés.)

Siempre estoy con el tema recurrente de los políticos pero ellos son los que me obligan a mencionarlos todo el tiempo y considero que los errores cometidos por los gobernantes (políticos) tanto por incompetencia como por mala fé causan daños muy graves a la sociedad. De ellos depende una sociedad sana y con bienestar (“Los hombres de estado son como los cirujanos, sus errores son mortales”, François Mauriac).

Todos deseamos de una manera u otra que las cosas cambien, que las situaciones mejoren, que podamos vivir con mas bienestar y menos esfuerzos inútiles, pero el cambio de lo externo depende de muchos cambios que debemos realizar en nuestro interior (“Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”, León Tolstoi ). Realmente, todo depende de todos nosotros. 

Vivimos pendientes para la distracción y el entretenimiento y siempre estamos indiferentes en vigilar a aquellos que nos gobiernan y, es por esa causa que podemos pasar del estado de bienestar al estado de pesadumbre y malestar, (“Más que los actos de los malos, me horroriza la indiferencia de los buenos”, M. Gandhi)  y terminaremos como borregos gobernados por un amo.

FIN DEL VIAJE POR LAS CITAS POLÍTICAS.