jueves, 12 de julio de 2012

EL PRECIO DE LA INDIFERENCIA, APATÍA E INACCIÓN.


“En esta vida toda posición y actitud tiene un costo”.

Supresión de la deducción por vivienda.

Subida de impuestos especiales medio ambientales

Supresión paga extra a funcionarios y menos días libres.

Reducción de prestaciones de desempleo desde el séptimo mes.

Reforma radical de las pensiones.

Eliminación del pago de navidad a funcionarios.

Recortes drásticos a sanidad.

Aumento del IVA general.

Aumento del IVA reducido.

Aumento del IBI.
  
Aumento del IRPF.

Recortes a la educación.

Recortes a servicios sociales.

Recortes a la investigación.

Aumento a la edad de jubilación.

Perdida de la capacidad del poder adquisitivo.

Aumento del desempleo.

Aumento de la dependencia de los jóvenes (ahora necesitan más ayuda y apoyo)

Recorte de prestaciones por desempleo.

Aumento del robo en hipermercados.

Pérdidas de empleos por quiebras de pequeñas y medianas empresas.

En vigor el copago farmacéutico.

Lo más importante, inaceptable e indignante: no se habían impuesto medidas de control y castigo aleccionador a la banca, ni se les había exigido una buena  cuota de sacrificio en todo el lapso de crisis que hemos tenido (varios años).

En tiempo record se logro la ayuda para la recapitalización de la banca.

No hay prácticamente medidas ni castigo significativo a los defraudadores del fisco.

Ninguna medida para la vigilancia y penalización para fuga de capitales a paraísos fiscales.

Vale preguntarse: ¿Para quién trabajan con mayor eficiencia los políticos?