martes, 9 de abril de 2013

PELIGROS DE LA CONTUMACIA POLITICA


Un individuo contumaz es de temer pero, es muy peligroso y hasta niveles mortales cuando tiene el poder en sus manos; puede y es capaz de llevar a un país a la miseria.

La única política del Estado Español es la austeridad, el recorte y otras radicales medidas económicas de tipo pasivo y no activo y, pienso que es un gigantesco error.

Los resultados no pueden ser más evidentes: aumenta la tasa de desempleo, aumenta el malestar y disgusto social, el famoso PIB se va por tierra, los inversionistas huyen atemorizados, los de la tercera edad pasan a la quinta patética edad, los pensionados de aquel estado de bienestar pasan a ser piltrafas molestosas para el estado, el índice de consumo disminuye drásticamente, la polarización de clases sociales se acentúa de manera peligrosa, la dependencia familiar se acentúa de forma alarmante y la seguridad social se ha convertido en una inseguridad desilusionante.

Las políticas de austeridad y recortes siempre deben ir acompañadas de estímulos a la productividad, a la inversión, a la credibilidad del país, a promocionar los productos Españoles en el exterior y a utilizar la mano de obra de los inmigrantes, a rebajar los impuestos a las pymes para que puedan revivir y muchas medidas más de signo positivo.

El extremadamente grave problema de todo esto es que los políticos son empleados-títeres de los grandes poderes económicos y no están al servicio de los intereses del colectivo social. Basta con preguntarse: ¿a quienes salen a socorrer y ayudar de manera inmediata y expedita?, ¿al ciudadano común o al banquero?

¿Han hecho algo los políticos para que los grandes capitales empresariales paguen los impuestos que les corresponden?

¿Han hecho algo los políticos para investigar y desterrar los paraísos fiscales de las grandes empresas?

Estos temas no les importan y los obvian porque ellos son parte de ese lodazal.

La contumacia de los políticos es totalmente explicable bajo la premisa que ellos son títeres y empleados de los poderosos del dinero. Por supuesto, el ingrediente de la ineptitud  e incapacidad también se le suma al drama. Hay una diferencia muy grande entre un político fabricado por los partidos y un estadista.

En estos momentos el Estado Español debería invertir y hacer grandes esfuerzos para que los productos Made in Spain abarroten las estanterías del mundo.