La mentira siempre ha existido y es parte de la esencia
humana. Esta genéticamente incrustada en los genes de la humanidad.
Para muchos, dominar el arte de la mentira es conquistar el
triunfo hacia el poder y el dinero y como cualquier arte, debe cultivarse,
refinarse y madurarse.
Cada quien, cada individuo, cada ser humano por mas
importante o insignificante que sea miente y necesita mentir para sobrevivir;
no importa en estos momentos si miente consciente o inconscientemente, el
asunto es mentir porque si.
Hoy estaba revisando los periódicos y detecte varias
mentiras gordas en el sentido de que no expresaban la verdad ni la realidad;
muchos periodistas lo hacen como un medio de obtener publicidad, utilizando mentiras depravadas que causan un gran daño a la sociedad; el colmo llega al climax cuando ciertos periódicos le hacen propagandas subliminales a crueles dictadores de otras latitudes al no decir la verdad y la realidad tal como es; claro está, para esos medios de comunicación el dinero está por encima de todo.
¿Acaso un camaleón no miente cuando se auto camufla para
engañar?
La naturaleza nos muestra infinitos estilos de engañar, de
aparentar lo que no se es, lo cual equivale a mentir.
Me pregunto: si esas criaturas de dios mienten a diestra y
siniestra, ¿Por qué no lo puedo hacer yo que también soy una criatura de dios?
Claro, por ahí vendrá alguien y me dirá: tu eres una
criatura racional y superior dentro del reino animal y por tanto no tienes ese
derecho a mentir y, por allá vendrá otro mas y me dirá: la religión prohíbe
mentir porque está escrito en los libros sagrados; no faltara quien me diga:
señor, mentir es malo. ¿Por dios, como puedo sobrevivir a tantos remordimientos?
Si un banco o caja de ahorros utiliza los fondos públicos
para invertirlos en instrumentos financieros de alto riesgo, ¿no le está
mintiendo tanto al estado como a los ahorristas?
Cuando los políticos de la oposición no denuncian públicamente
las triquiñuelas escondidas y secretas del gobernante de turno, ¿no están
mintiendo al colectivo?
Si los medios de comunicación sesgan las noticias por tergiversación
u omisión, ¿no están mintiendo al público?
Cuando los altos jerarcas de una iglesia se hacen la vista
gorda ante gravedades cometidas por subalternos, ¿no se le está mintiendo a los
creyentes?
¿Qué nombre tienen las promesas incumplidas de los políticos
populistas que llegan al poder?
En el mundo judicial muchas veces la investidura de
algunos jueces, hecha con tejido de la "legalidad", no son más que mentiras que
desgarran la justicia.
Si un personaje público, bien sea un político, un religioso,
un empresario, un artista o personaje público cualquiera, aparenta una conducta
moral intachable frente a la gente pero en su vida privada es un depravado, ¿no
es un mentiroso masivo?
En nuestras tempranas edades bombardean nuestra mente con frases tales como: no debes mentir, mentir es
malo, si mientes iras al infierno, si me mientes te parto la cara, si has
mentido te expulso del colegio.
La mentira esta tan arraigada en la esencia humana que la penalización
y el castigo es la única manera de regularla pero no de eliminarla.
Nuestro adiestramiento en el mundo de la mentira comienza en
el colegio parvulario: nos comparamos, tenemos que aparentar, cometemos errores
y debemos esconderlos, quiero ser más de lo que soy y debo mentir.
La mentira es como una gran red en la cual todos
pertenecemos y estamos interconectados; claro está, mientras más poder y dinero
tenga una persona o grupo, mayor será su capacidad de engaño y mentira y mayor
será su impunidad. ¿Cuántos presidentes no hay en el mundo que aparentan
rectitud siendo unos degenerados depravados en su vida privada?
Para sobrevivir convertimos, en muchas ocasiones, nuestra
vida cotidiana en un juego de póker en el cual hacemos uso del bluff.
¿Cómo puedo decirle a mis hijos que no mientan cuando yo
domino muy bien ese arte?.
¿Habrá alguna manera adecuada de explicarle a los niños que
esa es parte de la naturaleza humana, que debemos entenderlo y aceptarlo pero
sin incitarles a mentir?
Si no aceptamos que somos mentirosos, seremos mentirosos para siempre inexorablemente.