Cuando un país es gobernado por ambiciosos inescrupulosos el destino se hace ciertamente oscuro; a la gente de bien y de buena voluntad no le atrae el mundo de la política y de las finanzas publicas lo cual es una calamidad para la salud del país.
Los que se presentan siempre a las contiendas electorales son los voraces caribes ambiciosos disfrazados de abnegados corderos servidores públicos.
Cuando llega la hora del desempeño, se les cae el ropaje y, al país y al colectivo se les cae la tranquilidad y viene el malestar.
Afortunadamente todavía existen muchos países que respetan la alternatividad y entregan el gobierno a quien haya ganado las elecciones, sin embargo, hay otro grupo de países que han caído bajo las garras de feroces dictadores que están dispuestos a hacer toda la delincuencia posible para mantenerse en el poder.
¿Qué hacer?
Debemos hacer lo que no hacemos: vigilar, estar informados, exigir y reclamar constantemente. Debemos estar alertas a las ofertas electorales hipócritas y engañosas.
La prevención siempre es mucho mejor que la curación y reparación.
Filosofía desde un espacio mental vacío: sin contenido alguno de condicionamientos (de ningún tipo); ni religiosos, ni nacionalistas, ni políticos, ni doctrinarios, ni ideológicos, ni de ninguna corriente filosófica. Una visión a la capa más profunda del ser humano: el ego, el miedo y el placer y, sus consecuencias y proyecciones en el desenvolvimiento de las personas y la sociedad. Nuestras idealizaciones nos separan brutalmente de la realidad.
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