Una vez mi amigo del bosque de los pinos olorosos y fragantes me dijo que la verdadera inteligencia de Dios esta en que nos permite ser parte de él y no hacernos sus adoradores para empalagarlo de insulsas alabanzas; no se trata de la bondad que nos quieren hacer creer algunos tergiversadores, me aclaro. La inteligencia de Dios, por llamarla de alguna manera, se puede llamar como La Fuerza.
Me dijo, son vuestros miedos e ilusiones los que no os dejan ver esa gran verdad y hacéis todo lo contrario; aproveche para preguntarle por que Dios había inventado la muerte si tan bondadoso es y el me respondió que lo verdadero de nosotros nunca ha nacido y nunca morirá; siempre ha estado y estará; me asevero con inmensa majestuosidad de palabra y seguridad: sois parte de Él; entonces, ¿para que preocuparse mas de la cuenta por la apariencia del cuerpo que creéis tener y ser?. Si, hay que cuidarlo con el mismo cariño que el buen jinete cuida de su caballo, a quien baña, peina, acaricia y lo alimenta con la mejor avena; esa caparazón nació un día y será tierra y polvo de estrellas; ¿vale la pena llorar por ello?; ¿vale la pena esforzarse tanto y aniquilar al prójimo?, ni vale ni no vale; cuando se entiende simplemente no se angustia uno jamás; y así, tu y la felicidad serán lo mismo para siempre.
Siguió diciéndome: lo que es mas viejo, mas rápido se descompone, muere y desaparece; no siempre es así pero esa es la propensión y ya le tocara mas tarde a los que son mas jóvenes; la danza seguirá así eternamente.
Continuo diciéndome, el velo oscuro no os deja ver lo que siempre esta, eso que no nace ni muere y ese es el miedo que vive con vosotros por no comprender todo esto que os explico; ese velo es muy conocido pero nada comprendido; me dijo además, que el velo es la ignorancia que tenemos para ver la realidad con lo cual vivimos en un mundo de sueños que parece real; y así, él siguió: cuando pensáis preocupados y cuando recordáis angustias, esta el velo delante de ti, delante de aquel y delante de todos; en realidad, delante de casi todo el mundo; el no es cruel ni bondadoso, es simplemente el iluso velo que existe con la fuerza del volcán; os hace tan ciegos que la culpa de todo se la impregnáis a todo, menos al velo; ¿Por qué?; porque lo sospecháis pero no lo comprendéis; os obliga a vivir en el mundo de la ilusión permanente; como la ilusión del oasis que guía sin rumbo a aquel que deambula por el desierto sufriente; de aquel que camina y camina soportando las brazas de la vida y jamás logra llegar a su deleite ni disfrutar de su agua fresca; ese velo es una malla opaca que no os deja ver.
Hay quienes la llaman Ella y así la llamo yo también; pero el velo es solo una cara de Ella y, así, Ella puede ser por igual, la oscura ignorancia o la infinita refulgente claridad.
Cuando Ella se sublima estalla un infinito resplandor pero no soy yo, ni eres tu, ni son ellos; es el resplandor que libra de toda comparación y lo nivela todo por igual pero, aclaremos para evitar un malentendido mayor, se diferenciar una vaca negra de una blanca y a ambas las quiero por igual y no hay distinción pero si diferenciación.
Filosofía desde un espacio mental vacío: sin contenido alguno de condicionamientos (de ningún tipo); ni religiosos, ni nacionalistas, ni políticos, ni doctrinarios, ni ideológicos, ni de ninguna corriente filosófica. Una visión a la capa más profunda del ser humano: el ego, el miedo y el placer y, sus consecuencias y proyecciones en el desenvolvimiento de las personas y la sociedad. Nuestras idealizaciones nos separan brutalmente de la realidad.
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4 comentarios:
Hay está la cuestión... ver o no ver, a través de ese velo.
Muy interesante ésta meditación. Aunque muy complidada también, ya que casi nadie sabe ver sin ese dichoso velo. Yo el primero, creo.
Un Abrazo, Mara.
Cuando mas se rompe el velo es cuando menos quieres romperlo. Es como todo lo que se desea vehementemente, cuesta mucho aprehender al poner demasiada energía en ello. La fuerza de la razón no está en buscar respuestas a todo, a veces tan solo, es sentarse tranquilamente en un lugar sereno y dejar que venga por si mismo.
Un abrazo.
He vuelto por aquí a desearte que tengas un muy feliz año nuevo y que tu fina filosofía siga intentando aprehender el misterio. Dificil causa la nuestra con todo lo limitado de nuestros poderes, pero quien quiere puede.
Un fuerte abrazo y lo dicho, que la luz se haga en este año que se aproxima, sino ya encenderemos una bombilla.
Creer es una idea, forma parte del raciocinio, y este forma parte del pensamiento, el cual es producto de la memoria q es la experiencia registrada. Esta ha sido la actividad del pensamiento el cual es el q origina el velo, la ilusión del yo, el movimiento psiquico de un estado de ser a otro estado.
Todo esto puede verse observandose a si mismo, la secuencia de los hechos de lo q acontese afuera de uno es un movimiento, pero el estado psiquico o un progreso, o grado, o diferenciacion ¿es un movimiento real o ilusorio? vemos q si hay movimiento hay tiempo, pero si somos capacer de observar q no existe real movimiento psicologico o ser a deber ser entonces no hay tiempo, y por lo tanto hay silencio, quietud. Nadie sabe q ha habido antes de los origenes de la vida, antes de aparecer el movimiento exterior y real, pero en nuestra misma mente guardamos el silencio, esa cualidad de lo q acontecia antes del movimiento, silencio.
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