PERFIL PSICOLOGICO 1:
político honesto, preocupado por el bienestar prójimo, defensor de los más
elementales derechos humanos, respetuoso con la naturaleza, persona que respeta
las leyes y poderes públicos, anti autocrático, el que no permite corrupción,
defensor de su país, populista hasta el límite de lo tolerablemente decente,
nivel de ambición limitado, no aprovecha el cargo para el enriquecimiento
propio, no le emborracha el poder, no está comprometido con los grupos
económicos poderosos, humilde hasta los límites que le impone el cargo,
respetuoso de la libertad de expresión hasta los límites que garanticen el
orden publico, respetuoso de la moral universal. Los gobernantes con este
perfil se toman su tiempo (piensan y reflexionan) cuando les hacen preguntas.
Son los verdaderos estadistas.
Este perfil de político que por supuesto, es el ideal para
un país, casi no existe.
Hay unos cuantos países en el mundo que tienen la buena
suerte de tener este tipo de políticos con este perfil y el resultado es: un
grado elevado grado de bienestar para la gran mayoría de la sociedad y
diferencias sociales aceptables. Actualmente hay unos cuantos países con esta
suerte y no sobrepasan los 15.
Como dato curioso, la mayoría pertenecen a países de climas
muy fríos, lo cual no implica que en algunos países de clima frio no existan
dictadores y gobernantes déspotas.
PERFIL PSICOLOGICO 2:
Este perfil psicológico del político gobernante es relativamente parecido al
perfil anterior pero existen diferencias que son las siguientes: está
comprometido a bajo nivel con los grupos económicos poderosos, sin embargo tiende a respetar el
bienestar del colectivo; como político, al fin y al cabo, debe apoyarse en los
poderosos para llegar al poder.
Este tipo de políticos respetan la separación de los poderes
del estado y tienen muy poca tendencia a la autocracia.
Se benefician discretamente del poder para sus beneficios
personales. Atienden diligentemente las necesidades de la sociedad en general y
tienden a crear bienestar colectivo.
Sus debilidades son que los grupos económicos poderosos
obtienen utilidades que no se corresponden con el beneficio colectivo.
A este tipo de políticos les atrae aparecer públicamente
demostrando sus realizaciones sociales y en este sentido, tienen un cierto
grado de populismo. En general, son nacionalistas y defienden los intereses de
su país.
El clima de los gobernantes de estos países es menos fríos
que los del perfil 1.
PERFIL PSICOLOGICO 3:
políticos definitivamente populistas lo cual significa que tienden a ofrecer
mas de lo que pueden dar con tal de mantenerse en el poder y tener fama. Este tipo
de gobernantes están en una eterna pelea con los políticos opositores.
Son políticos que hacen muchas obras públicas (en las épocas
de las vacas gordas) de las cuales una mayoría se “justifican” pero están implicados
e involucrados en comisiones, chanchullos y ejecutan obras innecesarias;
generalmente los bancos y las grandes empresas constructoras obtienen
gigantescas utilidades.
Son políticos que ofrecen un país sostenible, sustentable y
de bienestar social pero que al cabo de poco tiempo todo se derrumba y la
sociedad en general padece de un malestar insoportable. Esto ocurre porque no
crean, deliberadamente, las reservas económicas que garanticen un futuro en
crisis.
Les apasiona transmitir una imagen de persona impecable
desde el punto de vista moral y ético pero generalmente adoran el dinero de
manera muy disimulada y lo obtienen con las relaciones que mantienen con grupos
poderosos.
Les gusta mucho hablar en público y cuando les hacen una
entrevista responden instantáneamente a cualquier pregunta, sin tomar un mínimo
de tiempo para pensar.
Cuando el país entra en crisis solo hablan y ofrecen
austeridad como solución pero esto solo crea mayor desigualdad social y
beneficio para los poderosos del dinero y, el colectivo sufre unas
consecuencias calamitosas.
Este tipo pernicioso de gobernantes no se les ocurre la idea
de promover la producción y la exportación, sino más bien de contraer la
economía cuando hay crisis con la única
excusa que la austeridad sanea los problemas económicos del país.
Como regla general, este tipo de perfil psicológico de
gobernantes ayuda de manera incondicional a los grupos económicos poderosos y
están totalmente comprometidos con ellos.
Generalmente son gobernantes de pueblos trabajadores y
competentes.
De nuevo, como dato curioso estos países tienen climas con
menos frio.
PERFIL PSICOLOGICO 4:
este perfil psicológico solo corresponde
a gobernantes de países mega poderosos y con economías dominantes mundialmente.
Son clase especial y aparte.
Como regla general su personalidad exuda bastante cordura y
congruencia de ideas y acciones.
Dada la gran responsabilidad que les otorga el gobernar su
país el cual es potencia mundial, actúan con cautela en ciertos momentos pero
en otras ocasiones toman decisiones políticas internacionales ilógicas, anti
humanas y siempre con trasfondo de intereses económicos.
Sin embargo, estos políticos tienen la propensión de apoyar
y defender su país y paralelamente a los grupos poderosos y hacen todos los
esfuerzos para salir de una crisis mediante políticas de incentivos a la
producción, a la investigación e innovación.
PERFIL PSICOLOGICO 5:
este perfil corresponde a gobernantes de naciones pobres. Generalmente no
tienen preparación para gobernar y tienen niveles culturales de bajo nivel. Son
muy propensos a la corrupción y fácilmente “comprables” por otros países
poderosos que se aprovechan de las riquezas naturales. Les importa muy poco los
problemas de su pueblo y tienden a ser autócratas sin respetar los principios
elementales de la democracia y respeto a los derechos humanos.
PERFIL PSICOLOGICO 6:
Este perfil psicológico corresponde al político que llega al poder y es
sociópata o psicópata (es lo mismo). Se catalogan como psicópatas porque no les
importa que muera gente o sufra con tal de seguir en el poder y satisfacer su
ego. No les importa en lo mas mínimo una guerra civil con tal de mantenerse en
el poder.
No sienten nada por el dolor ajeno. En líneas generales se
puede afirmar que no tienen amigos sino relaciones para obtener poder.
En actos de protesta por parte de disidentes, no se lo
piensan dos veces para reprimir con la máxima violencia utilizando las “fuerzas
de seguridad del estado” que actúan como verdaderos sicarios.
Estos gobernantes tienen el nivel más bajo de las
personalidades primitivas. Se les puede definir en general como gobernantes con
trastornos narcisistas de personalidad.
Tienen un ego extraordinariamente hipertrofiado y se creen
lo mejor en cualquier campo de la actividad e intelectualidad humana. Son
histriónicos por excelencia. Muchos de ellos tienen ataques verborreicos
interminables.
Necesitan constantemente que los admiren y adulen porque
“eso les da vida” y si no es así, se tornan muy agresivos y peligrosos para la
sociedad.
Ofrecen metas y proyectos de salvación y solución de todos
los problemas humanos que por supuesto, son irrealizables y utópicos.
Su ego esta tan deformado que necesitan todo el tiempo ser
estimulados mediante homenajes, gratificaciones que engrandezcan su ego. Entran
en depresión cuando el nivel adulación decae.
Utilizan todos los medios y recursos del estado para
mantener su utópica grandiosidad. Se excitan al máximo cuando personalidades de
categoría mundial les rinden pleitesía.
Los gobernantes con esta tipología psicológica tienen un ego
tan deformadamente grande que son incapaces de amar porque solo se aman a sí
mismos y ahí radica su peligrosidad cuando están al frente de gobernar un país.
Pueden endeudar el país que gobiernan con tal de obtener reconocimiento y
gratificaciones internacionales. Hacen creer al mundo que son amantes de los
pobres y regalan dinero del estado para comprar afecto de la gente.
Tienen habilidades para encantar, seducir y manipular a las
multitudes y tienen personalidad que agrada mucho a los niveles de los estratos
bajos de la sociedad.
Se aman tanto a sí mismos que son incapaces de ver la
realidad que les rodea lo cual trae trastornos sociales y estructurales descomunales.
Les caracteriza una propensión a la destrucción y a la
creación del desorden y el caos porque así no hay nada que envidiar; de esta
manera ellos utilizan dinero del estado para relucir con prendas, accesorios y
lujos que no les corresponden ni merecen.
Tienen la tendencia a ensañarse con ciertos disidentes hasta
causarles la muerte utilizando el arma de la autocracia.
No permiten la libertad de expresión y cierran todos los
medios de comunicación social. El estado es el único que puede opinar.
Hacen lo posible e imposible para cambiar la historia del
país y reeditarla según sus gustos y propensiones ideológicas.
Detestan pertenecer a organizaciones que defiendan los
derechos humanos.
Logran gobernar de manera autocrática y autoritaria con los
principios fundamentales de la mafia.
Los gobiernos con presidentes sociópatas utilizan muy a
menudo en sus propagandas públicas la palabra “muerte”; en general sienten gran
atracción por la necrofilia.
Un sociópata que no tiene ambiciones de gobernar un país es
un problema menor pero el problema es muy grande cuando llega a ser gobernante.
Según el principio de la empatía, este tipo de gobernantes
aglutina en su entorno a un gran grupo de desquiciados, ambiciosos y
trastornados mentales.
Los gobernantes sociópatas son tan extrañamente depravados
que muchos de ellos mueren solamente por la ambición y el ego.
Los países que tienen la mala fortuna de tener como gobernantes
a estos trastornados mentales están condenados al peor de los fracasos y
malestares sociales y económicos; sin embargo, el entorno burocrático del
sociópata se enriquece de manera grotesca y se convierten en mega millonarios
de un día para otro con la anuencia de los poderosos países donde acumulan sus
fortunas.
De tiempos recientes hasta ahora han habido varios
sociópatas gobernantes que han llevado a sus países al infierno de la sociedad.
Conclusiónes sobre este
tipo de gobernantes:
Arruinan el país, todo lo expropian, destruyen la
productividad, detestan la iniciativa privada, se ensañan con los disidentes
hasta la muerte, causan mucho malestar social, depravan la sociedad, crean caos
y promueven la violencia como valor primordial, crean inflación, desempleo,
pérdida del poder adquisitivo y en resumen: un sociópata aglutina en su entorno
a otros como él, más aquellos aprovechados delincuentes ambiciosos.
Lamentablemente en el siglo XXI existen varios gobernantes sociópatas,
algunos en Asia, otros en África y otros en América.
LA GRAN PREGUNTA:
¿Por qué unos países son tan organizados y tienen gobernantes con intereses de
resolver problemas sociales y otros países viven un caos por culpa de sus depravados
políticos?
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