En estos tiempos de crisis tan profunda que vivimos se hace necesario tomar conciencia, revisar y decidir sobre la relación que existe entre los beneficios que aportan a España las grandes transnacionales y los beneficios o utilidades que ellas obtienen.
Tradicionalmente los gobiernos, los políticos y figuras relevantes han hecho una extraordinaria campaña de ayuda a las transnacionales para que se proyecten internacionalmente y obtener suculentos contratos.
Hay pocas empresas multimillonarias y hay muchísimas empresas de mediano y pequeño tamaño. Las grandes empresas tienen todos los recursos tecnológicos para obtener máximos beneficios con un mínimo de empleados. En cambio, las pequeñas y medianas empresas deben emplear más gente proporcionalmente.
Las megaempresas ahorran al máximo en salarios y emplean el mínimo de personas. Hay muchos ejemplos de casos extremos insoportables como es la atención telefónica de las grandes empresas mediante odiosas maquinas autómatas contestadoras o empleo de telefonistas en países subdesarrollados pagando salarios de asco.
España produce enorme cantidad de productos de altísima calidades en donde están involucradas pequeños productores que dan trabajo a muchas personas. El estado español debería apoyar significativamente a las cámaras de comercio de todas las comunidades; esta sería una excelente inversión.
¿Por qué tanto empeño y esfuerzo en promocionar, proyectar y gestionar jugosos contratos internacionales a favor de las principales transnacionales españolas?; astilleros, petroleras, fabricas de armamento, constructoras, telefónicas, bancos, administradoras de energía son algunas de las transnacionales enamoradamente favorecidas mientras que el esfuerzo de los innumerables microempresarios del campo y zonas urbanas son ignorados y son precisamente los que generan empleo masivo.
Debemos y tenemos que invadir los mercados internacionales de nuestros excelentes productos. Necesitamos el apoyo de toda la maquinaria política. Necesitamos que las cámaras de comercio dispongan de gente en las partes más estratégicas del mundo.
Pienso que esta sería una buena alternativa de reactivación de la economía.
No debemos aminorarnos ante el gigante asiático puesto que tenemos productos infinitamente superiores.
1 comentario:
Bien, bien cierto, bien dicho, y lo que es más triste, quienes estamos acostumbrados a la calidad ya no nos vale lo que pretenden vendernos. ¿Serán tiempos de "peor calidad"? Eso es seguro. Bs.
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