TODOS LOS BANCOS de los países de la Comunidad Económica Europea a través de sus Bancos Centrales tienen información privada sobre cualquier persona natural o jurídica principalmente sobre su calidad y capacidad de buen o mal “pagador”; todo esto con la aprobación del Estado del respectivo país, quien conjuntamente con los bancos diseño este sistema informático.
Cualquier persona sabe que no puede escapar de una deuda que tenga con el fisco por más pequeña que sea y el Estado lo buscara y perseguirá por donde sea hasta cobrarle.
Esto en si no luce malo si no más bien es algo positivo por varias razones.
Lo que es francamente inentendible y aberrado por su contradicción con principios de igualdad y justicia social es que en tiempos de crisis los Estados de los países no puedan conocer el tamaño y alcance de los problemas financieros de determinados bancos.
Esto significa que pocos entes (estado y bancos) puedan tener información sobre millones de personas pero los Estados en tiempos de peligrosas crisis no pueda saber nada sobre pocos entes (bancos);dicho de otra forma: cuando un banco está en crisis, el Estado ha demostrado "ser incapaz" de obtener una auditoria e información veraz y confiable que refleje la verdadera situación financiera del banco, de sus activos, inversiones offshore, depósitos en paraísos fiscales, acreedores etc.; esto es tan paradójico que conlleva a sacar conclusiones capciosas sobre cómo está diseñado y estructurado el mundo económico de los países de la CE y por supuesto, por quienes.
Si este paradigma económico sigue así, cada vez que se presente una crisis económica jamás se le exigirá responsabilidad a los causantes de la misma sino al que menos responsabilidad tiene: el colectivo social (el pueblo); esto implica que no hay posibilidades de corregir y por tanto, de mejorar.
Se desprenden otras conclusiones muy impactantes y decepcionantes de todas estas consideraciones. La tan aclamada y adorada “Democracia” no es más que un medio de los poderes económicos para explotar sutilmente a la sociedad; estamos, entonces, frente a una esclavitud camuflada de los tiempos modernos.
Quiero aclarar que no estoy en contra de la democracia sino más de cuidarla, corregirla y perfeccionarla pero por el camino que vamos la democracia es simplemente un medio (marioneta) de explotación justificado para lograr unos fines inescrupulosos por parte de algunos grupos (dinero y poder).
La democracia moderna permite un ventajismo desproporcionado de unos pocos contra la gran mayoría.
Filosofía desde un espacio mental vacío: sin contenido alguno de condicionamientos (de ningún tipo); ni religiosos, ni nacionalistas, ni políticos, ni doctrinarios, ni ideológicos, ni de ninguna corriente filosófica. Una visión a la capa más profunda del ser humano: el ego, el miedo y el placer y, sus consecuencias y proyecciones en el desenvolvimiento de las personas y la sociedad. Nuestras idealizaciones nos separan brutalmente de la realidad.
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