martes, 13 de diciembre de 2011

¿QUE MUEVE AL MUNDO?

Lo que mueve al mundo es el terrible sentimiento y sensación angustiante de no ser nada ni nadie; es una agobiante necesidad de decir aquí estoy yo, mírenme, admírenme, soy bueno, yo existo, yo soy diferente, yo soy el importante, aquí estoy yo y el resto allá fuera de mi, soy capaz de hacer lo que sea para ser reconocido y aplaudido; por supuesto que el miedo y el placer están embutidos dentro de ese ego que desea ser y llegar a ser, de no ser y de no llegar a ser; deseo el placer y no deseo el sufrimiento.

Todo esto es el ego que no es más que un amasijo de pensamientos divididos; por ejemplo, estoy analizando algo y mis pensamientos se dividen en dos partes: el yo que analiza y lo analizado; sin embargo, ambos son pensamientos; o por ejemplo: yo estoy pensando en filosofía; en este ejemplo, un grupo de pensamientos forma un núcleo principal que es la identificación del individuo o el yo y otro grupo de pensamientos forma otro núcleo que es pensar en filosofía; al fin y al cabo todos son pensamientos divididos en el pensador y lo pensado. Otro ejemplo, yo amo a dios; en este caso un núcleo que es el yo dice amar a dios pero este dios no son más que símbolos creados por el pensamiento; yo he creado a dios en mi mente.

Cuando comparo, los pensamientos también se dividen; el yo necesita constantemente comparar; yo soy mejor que aquel, aquel tiene más dinero que yo, yo soy menos guapa que aquella; todas las comparaciones implican el yo que compara y la cosa comparada y todos ellos son pensamientos; la comparación es pensamiento puro.

Nos llamamos individuos, que significa indivisibles pero la realidad es todo lo contrario: somos entes divididos.

El ego nos hace sentir diferentes a los demás; por arriba o por debajo, para bien o para mal; ese ego es una inmensidad de pensamientos que nos caracterizan y nos aíslan frente el entorno.

Si no tuviésemos pensamientos no podríamos compararnos, ni sentirnos conscientes de ser un individuo diferente a los demás; esto debe entenderse como: yo no soy aquel, yo soy yo.

El yo necesita tener y poseer para llegar a ser; aunque sean nimiedades; necesito comprar lo que sea, poco o mucho. Necesito diferenciarme de los demás en algunas ocasiones con algo especial pero sobre todo, debo tener lo que la gran mayoría tiene; mi yo quiere pertenecer al grupo que se considera esta al día para no ser excluida.

La sociedad de consumo va demasiado deprisa; hoy hay esto, mañana ya está obsoleto y por supuesto, debo estar al día; los fabricantes lo saben y por eso crean necesidades y se esfuerzan en la innovación. Las necesidades primarias están más que cubiertas pero las necesidades de la vanidad, envidia y ambición jamás se colman.

Estas pulsiones son las que mueven la actividad del mundo. Tanto las pulsiones de los que tienen poco como la de los que tienen mucho.

Como sabiamente dijo Mahatma Gandhi:
«En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la codicia de algunos»

Se podría decir sin temor a exagerar que la energía que mantiene la actividad del mundo es de tipo psicológico pues se trata del movimiento inquieto del ego. Vemos entonces como una energía puramente psicológica mental se transforma en energía y trabajo físico tangible.

“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

Buda

6 comentarios:

emejota dijo...

Hola Mara, me alegro de volverte a encontrar. Volvemos a estar de acuerdo, es más, me gusta jugar al "no ser aunque sí estar", resulta tan contradictorio como la vida misma y sin embargo se siente mucho más alivio, pero claro, como toda la sociedad se lo aplicara, nadie se tomaría molestia alguna para sobrevivir. Es lo que tiene un cortex cerebral a medio desarrollar. Felices días y Bs.

Mara dijo...

Gracias emejota por tus opiniones y aprovecho para desearte lo mejor en estas fiestas Navideñas venideras y que el proximo año sea fabuloso para ti

Mara dijo...

Gracias Emejota por tus comentarios y te deseo lo mejor para estas fiestas Navideñas venideras y un fabuloso año que viene

shark-rpg dijo...

Blablabla el motor del mundo es el sexo, y el dinero es su combustible. La gente con dinero hace lo que quiere, y los demás tienen que hacer algo a cambio si quieren ir mas allá.

Andy Sam dijo...

Estoy en una clase de recursos himanos.. y al buscar en Google que es lo que mueve al mundo me sorprendió encontrar este artículo... Esperaba encontrar que "el vil metal" era ese motor. Estoy de acuerdo.

gowr dijo...

HA Y SI TENGO UN COCHE ELÉCTRICO NO APLICARÍA ¿puedo utilizar energía renovable
para mover el coche?