domingo, 25 de julio de 2010

BIBLIA DEL TRIUNFADOR

En el reino animal hay leyes de selección natural y adaptación sobreviviendo los mejor adaptados. Para los seres humanos también existen leyes de supervivencia que están marcadas por su mente simbólica.

Esta pequeña biblia general está dirigida a todos aquellos empresarios, financistas y banqueros que en determinado momento hayan olvidado o descuidado los principios fundamentales del éxito y por tanto colaborar de esta manera con el logro de sus metas.
(En próximas publicaciones se entregará una biblia específica y particular para políticos y banqueros)

1- El triunfador jamás debe sentir lástima por sus víctimas si no, será su fin.
2-En la lucha por la supervivencia la sinceridad es un lastre muy peligroso.
3-La hipocresía es una de las armas más poderosas y efectivas para triunfar en la sociedad porque se da una imagen de algo que uno no es y con lo cual se obtiene mucho provecho; además, confunde.
4-La mentira e hipocresía bien administradas desconciertan al enemigo.
5-La manipulación de los valores, la ética y la moral logra doblegar y dominar a colectivos ingenuos.
6-Para movilizar masas a nuestro favor debemos utilizar lemas tales como: luchar por las clases pobres y desposeídas, utilizar las palabras popular y social en cualquier movimiento.
7-Uno de los recursos más efectivos para la manipulación de las masas es ofrecerles seguridad.
8- La manipulación y ofertas de esperanzas da inmensos frutos a largo plazo sin agotamiento de la misma.
9-Darse a conocer como portador de principios elevados, genera inmensa confianza.
10-Jamás se deben de enterar las masas de las intimidades personales a menos que se obtenga beneficio de ellas.
11-Se debe ofrecer siempre una imagen de vencedor y de positivismo, aunque se esté en la peor de las situaciones.
12-El efecto de caer y levantarse con éxito es demoledor.
13-Las masas están siempre del lado de los vencedores a pesar de que sientan lastima por las víctimas (lo cual no es más que un condicionamiento religioso).
14-La palabra fracaso está prohibida en el lenguaje de los triunfadores.
15-El optimismo genera confianza y adeptos.
16-En un discurso al público no se debe hablar con crudeza acerca de la realidad, más bien hay que maquillarla, camuflarla y hacerla atractiva.
17-El lenguaje corporal es muy importante porque da confianza. La imagen de seriedad con optimismo es demoledora.
18-La masa o colectivo está ávida de líderes, por tanto hay que saberlo aprovechar.
19-Los colectivos siempre tienen miedo e incertidumbre, por tanto, la manipulación de estas debilidades da excelentes resultados.
20-Para lograr un éxito verdadero y arrollador hay que asociarse subrepticiamente con el estado.
21- El éxito de un individuo es directamente proporcional a su instinto malicioso.
22-La historia de la humanidad es una permanente lucha en la cual aparecen vencedores y vencidos; cada quien desde que nace tiene un papel predestinado o una propensión.
23-La sumisión es una forma de manifestar la derrota y es bien aprovechada por los triunfadores dominantes.
24-La indiferencia frente a los problemas del sistema allana el camino de la clase dominante y triunfadora; el que sepa manipular esta indiferencia, obtendrá muchos beneficios.
25-La honestidad extrema limita el éxito empresarial.

3 comentarios:

emejota dijo...

Magnífica exposición. Un abrazo.

emejota dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lino Moinelo dijo...

Demoledoramente cierto. Sin embargo, por la dualidad del ser humano, y por dar un voto de confianza en el, también es cierto lo siguiente:

«Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí, pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera, o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras, o siendo odiado no dar cabida al odio, y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...

Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho: tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios, o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...

Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta, y perder, y comenzar de nuevo por el principio y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza, excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte, si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.»


(Rudyar Kipling)