Me gustan las analogías y los símiles pero sobre todo cuando no hay
diferencias de fondo ni esencia y solo las hay de la forma aparente que nos
confunde a todos.
Detesto el
canibalismo, es algo repugnante y cruel y solo de pensarlo se me eriza la piel;
lo reconozco, es un acto que rechazo totalmente y como yo, creo que todos opinan
igual. Por supuesto que opinar es una cosa y sentir es otra; todos opinamos
sobre todo tipo de sucesos pero no todos sentimos por igual. Mucha gente ve
pero no mira y al no mirar no sabe lo que ocurre en el mundo que le rodea ni
sabe lo que le ocurre a sí mismo.
Vamos al grano, comer un humano es un canibalismo y eso es depravado y
cruel, además de repugnante; comer un cuerpo humano ya muerto, es una
monstruosa y aberrada morbosidad. ¿Qué implica y que hay en el fondo del
canibalismo?; simplemente aprovecharse de otro ser humano con saña y
morbosidad; quizás sea el sentido más refinado del triunfo; ¿no es así?¿Cual es
el punto profundo, motor del asunto y que resalta a simple vista?; ¿será un
asunto de desprecio?, ¿sadismo, que no es más que el disfrutar del sufrimiento ajeno?,
¿será aprovechar y explotar a otro ser humano para el beneficio propio?, ¿será
esclavizar y debilitar para luego utilizar el cuerpo marchito, sin vida o casi
sin vida de otro para la utilidad propia?.
Pueden ser todas o una, no lo sé; lo impresionante de todo ello es que
nos alarmamos de algo frenéticamente y de otros sucesos somos indolentes o
indiferentes.
En lo más profundo, el ser humano es básicamente caníbal, utiliza la
vida de otros para su provecho; siempre ha sido así.
Por todas partes veo prefación y unos viven de otros, que en el reino
animal está justificado; unos, como sanguijuelas succionan el medio de vida de
muchos y los muchos, entre si también se devoran. Algunos dicen: es la ley la
de vida y creen que todo se arreglo por decir eso.
Cuando digo que hay canibalismo generalizado lo digo por comparación,
aunque no se desgarre, mastique, digiera y excremente carne humana, en el fondo
y en esencia es la misma actitud y posición.
Veo canibalismo por todas partes.
¿Acaso no hay canibalismo económico y financiero? (el pez grande
destroza al pez chico sin contemplación y lo vemos normal); muchas veces me
pregunto: estamos viendo o mirando la situación, o simplemente ni vemos ni
miramos sino que nos movemos como zombis que actúan sin saber. ¿Acaso no hay
canibalismo judicial? (con la legalidad en las manos se defeca sobre la
justicia)
¿No existe el canibalismo de los medios de comunicación? (digo lo que no
debería de decir, por insulso y no digo lo que debería de decir, por omisión
premeditada).
¿Acaso no hay en el mundo, algunos estados predadores sobre sus
ciudadanos, que los exprimen hasta la sequedad para extraer el zumo de su
esfuerzo y así alimentar su burocracia parásita?.
¿No es cierto que en algunos países las transnacionales practican el
canibalismo con la complicidad de sus gobernantes?
¿Acaso no existe el canibalismo bancario en muchos países del mundo?.
Hay muchos canibalismos que se pueden citar; es casi seguro que
cualquiera, con un poco de reflexión, imaginación y una pizca de interés los
detectara por doquier; inclusive, en muchos lugares de trabajo las relaciones
humanas son propias de caníbales; eso sí, muy disimuladas para estar a la
altura de seres humanos cultos.
Esto ocurre todo el tiempo pero los hábiles oradores camuflan con
elegantes palabras los hechos mugrosos del acontecer diario y muchos individuos
deambulan ciegos y atontados sin saber que ocurre en el mundo.
La hipocresía y la indiferencia de muchos son los aromas que saturan el mundo de hoy, para el disfrute de pocos y desgracia de muchos.
La hipocresía y la indiferencia de muchos son los aromas que saturan el mundo de hoy, para el disfrute de pocos y desgracia de muchos.